Natación

María de Valdés, una heroína en el Liceo La Paz

La subcampeona del mundo se dio un baño de masas este viernes en el centro escolar

La nadadora María de Valdés visita el Liceo La Paz tras proclamarse subcampeona del mundo en aguas abiertas

Casteleiro / Roller Agencia

Daniel Abelenda Lado

Daniel Abelenda Lado

“Ha sido muy emocionante. No me lo esperaba para nada, así que por eso ha sido todavía más emotivo este recibimiento”. La mañana de este lunes ha sido muy especial para María de Valdés, en una semana que marca como una de las mejores de su vida. Cientos de alumnos del colegio Liceo La Paz le dieron la bienvenida en el centro y la felicitaron por la medalla de plata que obtuvo el pasado sábado en la prueba de los 10 kilómetros en aguas abiertas en el Mundial de Natación de Doha.

Hasta media hora se hizo de rogar la subcampeona del mundo en aguas abiertas. Antes de su baño de masas, no desperdició ni un día para volver a los entrenamientos en la piscina del club. La espera impacientó por momentos a los centenares de alumnos, disfrazados por el carnaval, que, nada más verla irrumpir en el patio, corrieron a rodearla y a chocarle la mano. De Valdés se paró con cada uno de ellos durante un buen rato. “Gracias a todo el equipo que ha sabido llevarme en el día a día, hasta en los momentos más duros; y gracias al Liceo por siempre acogerme con los brazos abiertos”, agradeció María de Valdés, que recibió en vivo los elogios del coordinador técnico del Club Natación Liceo, Jesús de la Fuente, y un ramo de flores del cuerpo directivo del centro escolar.

Atendió todas las dudas y preguntas que le plantearon los alumnos. Explicó que comenzó a nadar en aguas abiertas cuando tenía diez años; contó que su estilo favorito de natación es el crol y, el segundo, mariposa; y confesó que recibió muchos golpes en las aglomeraciones de las carreras, motivo por el que tiene que mantenerse en forma. “Este ha sido mi campeonato favorito, me he encontrado muy fuerte y ya se queda para la historia”, señaló delante de los escolares.

La nadadora María de Valdés saluda a los alumnos del Liceo La Paz. |  // CASTELEIRO/ROLLER AGENCIA

La nadadora María de Valdés saluda a los alumnos del Liceo La Paz. / Casteleiro/Roller Agencia

A pesar de que nunca pasó por los pupitres del Liceo La Paz, María de Valdés siente el centro como su segunda familia. “Ya llevo aquí siete años y desde el primer momento me acogieron con los brazos abiertos, es algo que no hace todo el mundo”, valoró. Ella recaló en A Coruña “por casualidad”, “Mi entrenador de Fuengirola y yo nos encontramos en una concentración de la selección española con Jesús y Ane (De la Fuente). Se hicieron buenos amigos y pudimos venir becados aquí”, relató la nadadora de origen andaluz.

De Valdés ha ido de sorpresa en sorpresa en las últimas horas. La primera llegó este jueves en Alvedro. Y, en la fiesta de este viernes en el Liceo, además de alumnos y profesores, estuvo presente su madre, que viajó expresamente desde Málaga para participar en el homenaje. Junto con la nadadora, la medalla de plata, de la que no se separa en ningún momento. “No me la saco de la mano”, bromeó De Valdés. “Esa medalla significa mucho para mí a nivel deportivo y personal; me da fuerzas para seguir entrenándome”, se sinceró.

Constancia y trabajo en el camino a París

La plata en los 10 kilómetros en aguas abiertas pone a María de Valdés en la primera línea de la natación española de cara a las opciones de medalla en los Juegos Olímpicos de París. La malagueña prefiere ser cauta, a falta de varios meses para nadar en la cita olímpica. “Es bueno estar entre las mejores y, como todo deportista, sueño con una medalla, pero siempre con los pies de la tierra, trabajando y siendo constante”, comentó De Valdés. En la misma prueba que ella, también logró plaza olímpica la ilicitana Ángela Martínez.