El capitán del 'Villa de Pitanxo' declara en la Audiencia Nacional

Como testigos prestan declaración también los otros dos supervivientes: el sobrino del patrón, Eduardo Rial, y el marinero Samuel Kwesi

El patrón del 'Villa de Pitanxo', hoy a su llegada a la Audiencia Nacional para declarar como investigado.

El patrón del 'Villa de Pitanxo', hoy a su llegada a la Audiencia Nacional para declarar como investigado. / David Castro

Lara Graña

Juan Enrique Padín ya está en la sede de la Audiencia Nacional, en Madrid, donde esta mañana estaba citado a declarar como investigado (imputado) por la muerte de 21 de los 24 tripulantes del pesquero gallego Villa de Pitanxo, naufragado en aguas del gran banco de Terranova el 15 de febrero. Aunque el caso todavía no ha sido asignado a ningún juzgado -la propia AN se inhibió en favor de Marín, que también se declaró no competente-, el alto tribunal procede hoy con estas diligencias. Sobre el capitán del buque, según el informe de fiscalía, sobrevuelvan 21 presuntos homicidios por imprudencia y contra los derechos de los trabajadores.

También llegaron a la Audiencia los otros dos supervivientes, citados en este caso en calidad de testigos. Se trata de Eduardo Rial, sobrino del patrón, y Samuel Kwesi Koufie. Ha sido la versión del segundo, junto con los datos de navegación emitidos desde el propio Pitanxo, lo que ha precipitado una investigación por la vía penal, ya que el suceso también está bajo el análisis de la comisión de accidentes marítimos CIAIM.

Samuel Kwesi Koufie, hoy a su llegada a la Audiencia Nacional para declarar como testigo.

Samuel Kwesi Koufie, hoy a su llegada a la Audiencia Nacional para declarar como testigo. / David Castro

El fiscal, como consta en el auto del magistrado Ismael Moreno, ha dado credibilidad a la versión de Kwesi. Según Padín, el motor principal Wärtsilä se paró de repente, sin explicación, durante la maniobra de virada (recogida) del aparejo, cuando pasaban unos minutos de las 4 de la mañana UTC.

Asegura que mandó accionar los motores auxiliares, pero que esta orden no fue atendida, y que mandó evacuar y vestir los trajes de supervivencia a todos los tripulantes. No obstante, solo él y su sobrino los llevaban puestos cuando fueron rescatados por el Playa Menduiña Dos; los demás marineros, a excepción de Samuel, murieron por shock térmico. De frío.

Los datos de navegación emitidos por el Pitanxo, tanto por la caja azul (dispositivo de control pesquero) como por el AIS, tampoco sustentan su relato. El pesquero navegaba a 2,6 millas solo un minuto antes de que el capitán pidiese auxilio.

El 'Villa de Pitanxo' salió de Vigo el 26 de enero. De acuerdo al relato del capitán, cuatro días después detectó dos casos positivos de COVID tras realizar test de antígenos (el buque salió sin guardar cuarentena). Los aisló en un pañol, un pequeño habitáculo. “Sin calefacción, con cartones y un palet”, denuncia uno de los familiares. Padín apunta que se les habilitó “un camarote”. Tres días más tarde “vuelvo a hacer otro control y ahí salen cuatro personas más, ya tenemos seis personas [positivas], sin síntomas”. Es aquí donde entra en juego el Centro Radio Médico de Madrid, dependiente del Instituto Social de la Marina. El patrón insiste en que desde este organismo oficial se le emplazó a seguir la travesía y empezar a faenar. “Seguí las instrucciones que me dieron en el Centro Radio Médico: no hay síntomas, están asintomáticos y estáis todos vacunados, así que vida normal. Fue lo que hicimos”.

El Gobierno ha eludido aclarar si, en efecto, pidió a Padín hacer vida normal pese a los positivos.