La Xunta recupera las funciones de cobro de deudas tributarias que tiene externalizadas

Este año toca asumir la gestión de las oficinas contratadas en A Coruña, Ourense y Lugo | Estos agentes perciben un porcentaje en función de la recaudación que obtengan

El equipo de la Consellería de Facenda, con Miguel Corgos al frente. |   // XOÁN ÁLVAREZ

El equipo de la Consellería de Facenda, con Miguel Corgos al frente. | // XOÁN ÁLVAREZ / X. A. Taboada

X. A. Taboada

En 1997 la Xunta creó la figura externa del recaudador de impuestos con el objetivo de cobrar las deudas tributarias contraídas con las arcas autonómicas. Así están funcionando desde entonces, con cinco oficinas asignadas a cinco zonas de la comunidad, cada una con un titular al frente y los empleados contratados que considere oportuno para realizar su labor. Pero esta estructura está en vías de desaparición porque la Consellería de Facenda se dispone a recuperar estas funciones de cobro, completando el proceso antes del 1 de enero de 2026, y poniendo fin a esta colaboración externa.

En su día, la Xunta acudió a estos recaudadores porque era la fórmula más efectiva y rentable que tenía para cobrar los impagos de impuestos, dado que la Axencia Tributaria de Galicia (Atriga) no se creó hasta enero de 2013. Y ahora, recurre al mismo argumento para justificar la asunción de esas funciones, aduciendo que el uso de las nuevas tecnologías, la información almacenada en formato digital y el cruce de datos reducirán los costes asociados y permitirán, por otra parte, incrementar los ingresos.

“Su finalidad es la de alcanzar una mayor eficiencia en las funciones de recaudación de las deudas en periodo ejecutivo, ya que disminuirán los actuales costes de gestión y aumentarán los ingresos tributarios provocados por las sinergias de la gestión centralizada de los expedientes, tales como la aplicación de modernas técnicas informáticas que realizan tareas de forma automatizada y el acceso global a la información tributaria”, explica Facenda sobre las competencias que comenzará a recuperar este año.

En Galicia hay cinco oficinas de estas: en A Coruña, Vigo, Pontevedra, Lugo y Ourense. Salen a concurso público entre funcionarios de carrera de la escala de finanzas o del cuerpo de inspección en excedencia. El adjudicatario asume todos los gastos, incluidas las instalaciones y el personal que contraten. A cambio, los titulares de las cinco oficinas cobran al mes el sueldo equivalente a un trabajador público del grupo A, nivel 28, y los correspondientes complementos específicos, a lo que se suman las bonificaciones por la recaudación que obtengan, entre un 1% y un 20% de la cuantía recuperada: un 20% cuando la cantidad está por debajo de los 60.000 euros y el 1% a partir de 4,2 millones —si bien hay diferencias entre las provincias—. Estas “primas” pueden llegar a los 2,5 millones por año.

Este cambio en la estructura de cobro de las deudas por impuestos es una de las novedades del plan general de control tributario del año 2023, publicado ayer en el DOG, que a su vez recoge una previsión de la ley de medidas fiscales y financieras para este ejercicio —aprobada en diciembre de 2022—. La asunción de funciones será progresiva. “Se producirá a medida que los titulares de las zonas se jubilen o cesen por alguna de las causas previstas en su normativa y en todo caso a partir del 1 de enero de 2026, tocando en 2023 asumir las de Ourense, A Coruña y Lugo”, indica Facenda.

El plan de control incluye otras tres novedades con respecto a pasadas ediciones. Una de ellas es la creación, en la página web de la Atriga, de un canal de denuncias para que los contribuyentes informen de “hechos y situaciones” que puedan ser constitutivos de infracciones. La segunda es que los gallegos podrán liquidar sus tributos a través del proveedor de servicios de pago Bizum a partir de la próxima semana, por lo que Galicia estará “entre las primeras comunidades autónomas de España en hacer posible esta opción”.

Más cajeros automáticos

Y también se ampliarán los acuerdos con entidades bancarias para poder realizar el pago de impuestos a través de cajeros automáticos. En este momento pueden hacerse ya gestiones en Banco Santander y CaixaBank.

Estas novedades se suman a otros métodos puestos en marcha desde la pandemia, como el pago online, —a través da Oficina Virtual Tributaria y con una tarjeta de crédito o débito— o el pago de las autoliquidaciones de distintos impuestos a través de un Terminal en Punto de Venda (TPV) físico en las oficinas de la Atriga mediante tarjeta de crédito o débito de cualquier entidad bancaria.

El plan de este año, según resalta el departamento de Miguel Corgos, “incide en desarrollar y perfeccionar los ámbitos de la información y la asistencia a los ciudadanos”, así como en ofrecer medios de pago “cada vez más sencillos para el contribuyente” con la finalidad de fomentar el cumplimiento “voluntario” de las obligaciones fiscales mediante la reducción de las cargas administrativas a las que deben hacer frente los gallegos.

El DOG recoge la hoja de ruta general del plan, que “refuerza”, según Facenda, las líneas de actuación que desarrolla la agencia desde su puesta en marcha en 2013. El pasado año se puso en marcha un servicio de atención preferente a los mayores de 65 años, con atención telefónica “reforzada”, en la que se prioriza la llamada, siempre que el usuario manifieste que supera esa edad, “sin necesidad de escuchar mensajes ni hacer marcación”.

En el caso de que una persona mayor acuda sin reserva, es atendida con una cita ad hoc preferente con respecto al resto de usuarios que también acudan sin vez.

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