Una quema de rastrojos, el origen del mayor incendio de la temporada declarado en Lugo

Una quema de rastrojos mal llevada es la causante del mayor incendio que registra Galicia en lo que va de año. Y su responsable, un vecino cuya negligencia ha arrasado 1.400 hectáreas de monte en Lugo. El fuego, que se inició a las 17.00 horas del martes en la parroquia de Cubilledo, llegó a alcanzar el nivel 2 de emergencia. Lo que obligó a desalojar a los vecinos de Fórneas.

Las condiciones meteorológicas eran las peores: rachas de viento de más de 70km/h en los momentos más críticos. El incendio de Lugo fue tan devastador que obligó a emplear 5 técnicos, 32 agentes, 49 brigadas, 29 motobombas, una unidad técnica de apoyo, 2 hidroaviones y 3 helicópteros. Además se recurrió a la UME, desplazada desde la Base Militar Conde de Gazola (León). “Hemos trabajado en la cola y el flanco izquierdo del incendio, haciendo ataque directo”, explican.

Otros tres incendios en Ourense ya han sido extinguidos. El más grande calcinó 70 hectáreas en Covelo (parroquia de Viana do Bolo) y se dio por extinguido a las 23.42 horas del miércoles. En Entrimo se quemaron 14 hectáreas, algunas dentro del Parque Natural Baixa Limia-Serra do Xurés. Junto a los de Lugo, suman una superficie forestal quemada de 1.662 hectáreas.

La Xunta destaca el valor de los viñedos como cortafuegos y asegura que va a iniciar la tramitación de la Lei de Loita Integral contra os Incendios Forestais, cuyo objetivo es gestionar el territorio. La franja del tercio Norte de España, tiene una vegetación que es una mecha para los incendios si no se gestiona bien. Asturias registraba al cierre de esta edición más de 100 incendios activos y Cantabria 30.

A nivel técnico se denomina “gran incendio” al que acaba con una superficie quemada superior a 500 hectáreas. El de Baleira casi triplica esa cifra, convirtiéndose en el incendio forestal más letal (en términos de vegetación) de 2023. Galicia registra en su histórico con 14 grandes incendios desde 2018 hasta hoy, según datos del Servizo de Extinción de la Xunta. Julio, agosto y septiembre, concentran el grueso de los mismos.

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