El PP arrasa en los distritos salvo en Monte Alto y el BNG multiplica por 7 las mesas en las que gana

El PSOE encadena su tercera cita autonómica sin imponerse en un colegio electoral y solo supera a los nacionalistas en una de las 297 urnas

El estreno de Sumar lo sitúa por debajo de Vox en siete de los 10 barrios

R. D. Rodríguez / E. Carballo

La consolidación del Partido Popular como fuerza política dominante en A Coruña tras las últimas elecciones autonómicas lo acredita como vencedor en el 75% de las mesas electorales: 225 de 297. Es una autoridad inferior a la de los comicios gallegos de hace cuatro años, cuando solamente en diez mesas el PP fue el segundo partido con más votos. Se debe en esta ocasión a que el BNG, que en el año 2020 había obtenido más apoyos en esa decena de colegios, ahora los multiplica por siete, hasta 69. Ambas fuerzas empataron en las urnas de tres mesas. El PSdeG-PSOE, con mil setecientos respaldos menos en el conjunto de la ciudad, encadena tres convocatorias autonómicas sin imponerse en ningún colegio electoral.

El mapa coruñés de votaciones por distritos se tiñe casi por completo de color azul popular. Los conservadores ganan en todos menos en Monte Alto (distrito 2); y en todos suma más votos que hace cuatro años, cuando la estadística recogía que en siete barrios habían sufrido pérdida de apoyos. Las diferencias más notables ahora se advierten en los distritos 5 (Riazor-Labañou-Os Rosales) y sobre todo 7 (Os Castros-Elviña-O Castrillón), este con 1.344 apoyos más que cuando se votó en verano de 2020. En aquella fecha el PP había logrado quinientos apoyos menos con respecto a cuatro años antes.

El BNG, como los populares, repite subida en los diez distritos entre unas elecciones y otras, impulsados ambos por la mayor participación que ha habido en 2024. Los nacionalistas crecen por encima del 50% en respaldo ciudadano en todos los distritos salvo el 1 (Ciudad Vieja-Pescadería-Orzán), precisamente donde tienen su sede coruñesa, y donde el crecimiento es del 43%. Con las mareas que habían concurrido en 2016 (agrupadas en En Marea), el Bloque había sido relegado a la cuarta fuerza política local; en 2020 sobrepasó por primera vez a los socialistas desde 1997; y el pasado domingo 42.275 coruñeses (15.000 más que cuatro años antes) representaron el 33,3% de los sufragios nacionalistas en la ciudad.

El fracaso del PSOE en A Coruña es tal que sale de las elecciones gallegas del pasado domingo habiendo superado al BNG en votos en solo en una de las 297 mesas, en el distrito 5 (Riazor-Labañou-Os Rosales) y por solo tres apoyos. La desventaja llega a los 200 sufragios en una mesa del distrito 2 y supera los 180 en dos del 9 (Mesoiro-Castro de Elviña). Como en el año 2020, el tirón del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con sus visitas a la ciudad no tuvo el efecto deseado para darle fuerza a la candidatura de José Ramón Gómez Besteiro y los socialistas tuvieron el respaldo de 18.815 vecinos frente a los más de 20.500 de las autonómicas del verano de hace cuatro años.

Sumar Galicia y Vox se repartieron el cuarto puesto en los distritos coruñeses, con desequilibrio a favor del partido de Santiago Abascal, que había concurrido a los comicios de 2020 y en la ciudad se situó esta vez por detrás de los socialistas en siete de los diez barrios. La formación liderada por Yolanda Díaz con Marta Lois como candidata, que se estrenaba en las elecciones gallegas, demostró su escaso calado en A Coruña siendo la cuarta más votada en dos distritos. Ambas fuerzas igualaron a votos en Mesoiro y Castro de Elviña; ni una ni otra fueron capaces de llegar a los 730 respaldos en ninguno de los barrios. Separadas por solo once votos al final del recuento (3.181 para Sumar, 3.170 para Vox), acabaron sumando en la ciudad 60 votos menos que los que la confluencia de Podemos, Esquerda Unida y Anova obtuvo cuatro años antes, 6.350 frente a 6.410.