Tabacos, la fábrica de A Coruña con más historia

José Carlos Alonso recoge en un libro imágenes de los dos siglos de la Fábrica de Tabacos de A Coruña

Trabajadoras de la Fábrica de Tabacos de A Coruña elaboran cigarros.   | // FOTOTECA DE CAMBRE-FAMILIA CASAL

Trabajadoras de la Fábrica de Tabacos de A Coruña elaboran cigarros. | // FOTOTECA DE CAMBRE-FAMILIA CASAL / José Manuel Gutiérrez

La labor de compilación gráfica de José Carlos Alonso Sánchez sobre el pasado reciente de A Coruña se inició con los barrios de A Gaiteira, Os Castros y As Xubias, luego continuó con Monte Alto, el puerto y la fábrica de Cros en O Burgo. Ahora sale a la luz Fábrica de Tabacos de A Coruña: humo sobre las aguas, libro en el que recoge la historia de la que sin duda fue el centro industrial más destacado de la ciudad desde la aparición de este tipo de instalaciones.

Alonso ya se había planteado hace años abordar esta labor cuando trabajó sobre A Gaiteira, pero en aquel momento el equipo que llevaba a cabo la selección de las imágenes decidió establecer como límite geográfico el río de Monelos. Tras haber puesto en marcha otros proyectos, decidió retomar el de la Fábrica de Tabacos “porque es un edificio potente en la historia de la ciudad y poco representado en la bibliografía, ya que los libros publicados son de tamaño pequeño y no permiten reproducir imágenes grandes”, explica.

Trabajadoras de la Fábrica de Tabacos de A Coruña elaboran cigarros.   | // FOTOTECA DE CAMBRE-FAMILIA CASAL

Cigarreras de la planta baja. | // CEDIDA POR NIEVES FERNÁNDEZ / José Manuel Gutiérrez

“Es impresionante la historia que acumula”, dice sobre la desaparecida factoría tabaquera, sobre la que añade que “casi nadie se puede hacer una idea completa de lo que fue ese mundo”, especialmente ahora que tan solo queda el edificio principal de lo que fue un gran complejo y, además, transformado en la Audiencia Provincial.

También hace mención al papel que jugó la fábrica en la actividad laboral de A Coruña. “No creo que bajen de 15.000 las personas que trabajaron ahí, por lo que era la principal empleadora de la ciudad, y durante muchos años incluso por encima del puerto”, destaca. Recuerda que llegó a tener 3.800 cigarreras, más los administrativos y mecánicos, en una época en la que la ciudad tenía mucha menos población, por lo que considera que su impacto económico fue “brutal”.

Otro de los aspectos que pone de relieve es su trascendencia para el movimiento obrero coruñés, ya que advierte que “algunas huelgas de otros sectores se pudieron sostener porque buena parte de los obreros tenían a su mujer en la fábrica y ellas no participaban en esos conflictos”, ya que desarrollaban su actividad sindical por su propia cuenta.

El libro de Alonso contiene ilustraciones e imágenes de la fábrica a lo largo del tiempo, desde su gestación hasta su cierre a principios de este siglo, incluidas las del incendio que afectó al recinto en 1920. Pero también reproduce una selección del estudio histórico realizado por la consultora de ingeniería Proyfe para la redacción del proyecto de rehabilitación, en el que se detalla la construcción a partir de 1778 de la sede de los Correos Marítimos en el lugar que después se convirtió en Fábrica de Tabacos.

Plano del edificio para lavabos no realizado.   | // ARG

Plano del edificio para lavabos no realizado. | // ARG / José Manuel Gutiérrez

Al ser un organismo vinculado a la navegación, se encontraba al borde del mar y en la desembocadura del río de Monelos, por lo que cuando se transformó en centro fabril a principios del siglo XIX, las empleadas accedían al mismo por la entrada de la calle Primavera y por una situada junto a ese arenal. En el estudio se citan las sucesivas reformas y ampliaciones ejecutadas en el inmueble con el paso de los años, así como las consecuencias para su conservación que tuvo su proximidad al mar, hoy más alejado por la construcción del puerto.

En la publicación, disponible en las tiendas Te lo compro, hay también algunas fotografías inéditas en publicaciones que muestran grupos de trabajadoras que fueron aportadas por sus descendientes, aunque algunas también proceden de la Fototeca de Cambre, a la que fueron facilitadas por vecinos de ese municipio. También aparecen en el libro imágenes que recogen el proceso de demolición de los edificios auxiliares del complejo.

Pero, además, se incluyen planos de edificaciones, parcelas y maquinaria de la fábrica, lo que permitió a Alonso confeccionar una publicación que alcanza las 170 páginas. “Lo más hermoso de la fábrica es lo que no se hizo, ya que hay unos proyectos de edificios para aseos y zonas de plancha que son mejores que los balnearios de Riazor”, expone el autor sobre una serie de planos que se incluyen en el libro. En su opinión, esas construcciones “estaban fuera de contexto por su lujo y su decoración”. Sobre esta cuestión, destaca que esos inmuebles estaban proyectados con grandes bañeras “cuando la mayor parte de las trabajadoras no tendrían aseos en sus casas”.

Otro grupo de planos pertenece a un proyecto para construir la vivienda del director de la fábrica que no se llevó a cabo y que se caracteriza por su lujo. Las construcciones que existieron para los responsables de la factoría estaban situadas junto al muro de cierre que recorría la calle Primavera y eran de gran tamaño, aunque sin categoría.

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