Día del Libro en A Coruña

Los libreros de A Coruña hablan de su pasión

Dueñas de algunas librerías de la ciudad celebran este 23 de abril, Día del Libro, recordando los motivos que las llevaron a vivir entre miles de historias

Librería de A Coruña

Librería de A Coruña / Víctor Echave

Para que una persona disfrute de ese momento de entrar en una tienda a buscar un libro, tocarlo —incluso olerlo—, pedir recomendaciones, guiarse por una portada o charlar con otro lector sobre las mejores joyas que descansan en las estanterías, tiene que haber un librero. Esa persona que, movida por la pasión, ha puesto ganas e ilusión para llevar a cabo un negocio que lucha contra grandes almacenes e internet. Nada tiene de especial recibir un libro de Amazon. La magia está en el papel y el contacto con el librero. Esos mismos que este domingo 23 de abril están de fiesta, celebrando el Día del Libro con descuentos, presentaciones y sorpresas. Aquí, en A Coruña, no hay rosas como las de Sant Jordi, pero hay librerías deseando ver a los clientes de siempre y, por qué no, caras nuevas. La oportunidad perfecta para ampliar la colección, para empezar a leer o para hacer feliz a alguien con un regalo. Las opciones son infinitas, basta con perderse en estos establecimientos.

Es ya sabido que A Coruña es una ciudad literaria. Lo recuerdan las estatuas y los nombres de las calles, pero también cada rincón en el que hay una librería. De la Ciudad Vieja a la calle Real, pasando por San Andrés, Ensanche, Os Castros, Os Rosales o Mesoiro. Por todas partes. Las hay con libros infantiles y juveniles, con novelas, con cómics o con libros de temática feminista y LGBTIQ+, como Ouse, en la calle Orzán. Su impulsora, Ana Belén García, capitalizó su paro y abrió su librería en septiembre de 2021. Se lanzó “a la piscina”, como ella misma señala, y estaba llena. Asegura que cada día es una lucha por seguir adelante, porque “hoy en día no es fácil tener un negocio”, pero está feliz de hacerlo entre libros y con una “clientela fiel”.

Más reciente es la historia de Dante de la Fuente y Daniel Servia, que lanzaron hace medio año su proyecto Eldritch Gate, aunque llevaban trabajando en él más de cuatro años. En este refugio de la avenida de Oza se pueden encontrar mangas y animes, pero también figuritas, juegos de mesa y muchos Pokemon. Lo que buscaban era “hacer comunidad”. Y lo están logrando. Todavía se acuerdan de cuando eran niños y su única conexión con este mundo era el Xabarín Club: Dragon Ball o Doraemon estuvieron durante horas en las televisiones de muchos niños y niñas. Esa es otra de las razones por las que querían montar su librería, para que más gente tuviese a su alcance estas historias que se han “popularizado mucho” gracias a Youtube o a plataformas como Netflix.

Muchas librerías abren este domingo con descuentos

Son libreros por pasión. Han decidido no solo vivir rodeados de miles de historias —de amor, de asesinatos, de familia, de detectives, de ciencia ficción, autobiográficas, históricas...— sino compartirlas y recomendarlas a los lectores, esos que también hacen que estos espacios sigan muy vivos. Muchas de las librerías de la ciudad abren este domingo para celebrar su gran fiesta. Habrá descuentos del 10% para premiar esa fidelidad. Algunos espacios organizan para esta jornada clubes de lectura. Como Berbiriana, donde también habrá una actividad de libros y sombreros con la colaboración de Austrohúngara.

Es, por tanto, el día de celebrar el papel. Ese que tanto aman. Como María del Carmen Sánchez, apasionada lectora que hace dos años dejó Argentina para instalarse con su familia en A Coruña. Lo que no sabía es que en esta aventura le esperaba, cerca de su casa, una librería a punto de ser traspasada, Concordia. Ahora es suya y sus palabras solo transmiten felicidad e ilusión. “Estoy muy contenta”, confiesa.

También Clara Iglesias decidió emprender. Ella lo hizo en Mesoiro, donde notaba que “faltaba algo”. Ese algo lleno de libros, cuadernos y bolígrafos. Ese es su nuevo mundo, que intenta llenar de “novedades y recomendaciones”. Aquí también se hace comunidad. “Tenemos clientes habituales”, cuenta. Porque en el proceso de comprar un libro hay mucho más que un vendedor y un comprador. Hay una conversación, una sonrisa y un volveré.

Suscríbete para seguir leyendo