Un impulso al apoyo coruñés para Ucrania

Que la crisis humanitaria en Ucrania no caiga en el olvido, porque los recursos del pueblo ucraniano se acaban. Es el mensaje que lanza la Asociación Galega de Axuda a Ucraína (AGA-Ucraína), que inauguró este lunes su sede en A Coruña, ubicada en el centro comercial Cuatro Caminos. Allí, la entidad ofrece a partir de ahora sus servicios a la población ucraniana residente en la ciudad, pero también busca recaudar fondos para poder mantener unos proyectos para los que, a día de hoy, está complicado dar continuidad por falta de financiación.

“El nivel de ayudas ha bajado mucho”, lamenta la presidenta de la asociación, Masha Pavlenko. Porque dejar de recibir fondos tiene graves consecuencias para el pueblo ucraniano. Dos son los principales proyectos de ayuda humanitaria capitaneados por AGA-Ucraína y los dos penden de un hilo. Los fondos del proyecto de atención sanitaria móvil en pueblos desocupados, de “una enorme importancia por los servicios médicos básicos que ofrece”, están tocando fondo, y la entidad cuenta con recursos para mantener el servicio solo hasta diciembre.

La situación es incluso peor en el proyecto de instalación de audífonos para las personas que han perdido audición debido a las explosiones de la guerra . “El proyecto está pausado desde hace un mes por falta de financiación”, alerta Pavlenko, que recuerda que hay una demanda de cien audífonos por mes, lo que se traduce en una necesidad económica de 30.000 euros.

Es por eso que AGA-Ucraína hace un llamamiento a todos los agentes —especialmente a administraciones y empresas— para conseguir unos fondos que aseguren el mantenimiento de estos servicios. “La gente se está olvidando de Ucrania, pero el conflicto sigue y la ayuda es más necesaria que nunca”, recalca la presidenta de la entidad.

Cualquier persona puede colaborar a través de un donativo, bien sea por transferencia bancaria o Bizum o acudiendo al nuevo local en Cuatro Caminos, donde tiene a disposición de los visitantes numerosos productos con importante simbología ucraniana que las personas interesadas se pueden llevar a cambio de una ayuda económica.

El local posibilita también “nuevas oportunidades e iniciativas” porque, además de ofrecer servicios de acogimiento, asesoramiento o traducción para refugiados ucranianos, será un punto de encuentro para la comunidad, con reuniones, talleres o clases.

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