SI NO LO LEO NO LO CREO

Cómo entrar en un bus abarrotado dando pena

Antón Peruleiro

“Me van a castigar”, auguró un chico en el límite entre pasar o quedarse fuera del bus de la línea 6A, que a última hora de la tarde del sábado iba tan lleno que tuvo que dejar en la parada de la plaza de Pontevedra a parte de los usuarios que lo esperaban. Tras la mediación de algunos pasajeros que ya habían entrado para que se diese prioridad a una mujer mayor que llevaba unos 20 minutos esperando, el chico constató con visible alivio que él y su grupo de amigos lograron, aunque por los pelos, formar parte del selecto grupo que se posicionó puertas adentro. Los disfraces de parte de los pasajeros delataban que la carrera de ENKI por la inclusión motivó buena parte del abarrote en el centro.