Picasso, el “alumno más universal” de Bellas Artes

La ruta Picasso, que sigue los pasos del artista malagueño durante su estancia en A Coruña, cuenta con una nueva parada obligatoria en la ciudad. A las plazas, playas o calles que el artista recorrió se suma ahora el punto donde comenzó su trayectoria artística: la antigua Escuela de Bellas Artes, que en la actualidad lleva el nombre de Picasso. El centro abrió este martes al público una exposición permanente que recoge las obras que allí firmó su “alumno más universal” y documentos académicos de los tres años que cursó en el centro, de 1892 a 1895. “Muchos turistas que seguían los pasos de Picasso en la ciudad buscaban su historia como estudiante de la escuela, pero esa historia no estaba bien contada. Con esta exposición hemos hecho un esfuerzo para dignificarla porque era necesario recoger la importante huella que ha tenido”, explica Elena Pardo, directora de la Escuela de Arte y Superior de Diseño Pablo Picasso.

La exposición Picasso, alumno de esta escuela viaja a los años formativos del artista en el centro donde su padre consiguió una plaza como profesor de dibujo, motivo por el que la familia decidió trasladarse a A Coruña. “Picasso en el instituto no era muy bueno, pero en Bellas Artes destacó sobre el resto. Desde el primer momento fue un alumno brillante”, recuerda Pardo. Así lo corroboran las calificaciones “de sobresaliente” que recibía el artista por aquel entonces, que quedan recogidas en una vitrina que forma parte de esta exposición junto a otros facsímiles de la documentación académica, como las solicitudes de matrícula o los listados en los que consta Picasso junto al resto de los alumnos del aula. “No cabía todo lo que hay”, asegura la actual directora del centro, que recuerda que Picasso “también fue un alumno un poco guerrero”.

La muestra, abierta a todo el público, cuenta con “piezas excepcionales” de más de 120 años de historia, con láminas, ilustraciones y yesos originales del artista. En total, los visitantes encontrarán expuestas 32 piezas de yeso y reproducciones de láminas de Picasso y otras 42 reproducciones ubicadas en paneles informativos que ayudan a contextualizar el momento en el que fueron concebidas las obras. “Hay modelos y láminas que Picasso realizó durante su estancia en A Coruña y otras que creó en etapas posteriores que tienen una clara huella artística coruñesa”, confirma Pardo. Entre las obras expuestas destacan, entre otras, su primera “obra maestra”, La muchacha de los pies descalzos, sus ilustraciones sobre el fauno, las bacanales o la pieza de yeso El hombre del cordero.

“Aquí comenzó a crear un nuevo lenguaje artístico, que es la maravilla de su legado”, afirma la directora del centro. Un legado que la escuela ha querido “dignificar” tras la celebración del 50 aniversario de su fallecimiento. “La historia de Picasso a veces a sido negada y ninguneada y queríamos acabar con todo eso. La historia de Picasso en A Coruña ha tenido una huella importante en sus obras y queríamos ponerla en valor desde donde todo empezó y dignificar el patrimonio que tenemos. Todas las obras están muy bien expuesta, bien iluminadas y cuidadas”, sentencia la directora.

Esta muestra, en la que la mayoría de las ilustraciones se relacionan con A Coruña o con evocaciones mitológicas, pone en valor la importancia que los años gallegos de formación tuvieron en la memoria artística del andaluz. “Picasso es nuestro alumno más universal y eso teníamos que ponerlo en valor”, sentencia Pardo.

“Pablo Picasso, el maestro universal, fue en A Coruña un alumno brillante, crítico, travieso y genial, que guardó la huella de su formación coruñesa durante toda su vida. Con esta exposición, la escuela contribuye a ampliar los eventos para celebrar o su inmenso legado en la Historia da Arte”, afirmó este martes del conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, durante una visita a la exposición.

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