Seguridad privada y drones para vigilar los cruceros que llegan al puerto de A Coruña

El número de cruceristas va en aumento, y, tras un récord de más de 248.000 turistas el año pasado, la Autoridad Portuaria cuenta con llega a 330.000 a lo largo de este año, con 150 barcos y 22 días con escalas múltiples. De acuerdo con el Puerto, el aumento de buques de pasajeros y la apertura a los ciudadanos de los muelles interiores ha aumentado la presión sobre su personal, en especial sobre la Policía Portuaria. El Puerto tiene “prevista la adquisición de drones” para el cuerpo, y ha sacado a concurso un servicio de seguridad privada para controlar los accesos en las escalas de cruceros.

En el informe que justifica el concurso, el Puerto indica que negoció una “modificación sustancial” de las condiciones de trabajo de la Policía Portuaria, y que ha ratificado un acuerdo con “el conjunto de la representación de los trabajadores” para pasar las tareas “más simples” a un servicio de vigilancia privada. Este pacto, señala, ha sido ratificado “en asamblea por los trabajadores afectados”, y se compromete a que los vigilantes privados actuarán “exclusivamente en los días que haya tráficos de cruceros” y “en puntos concretos”. Vigilarán posibles incidencias en los controles de acceso.

El concurso del Puerto contempla contratar entre unas 6.400 y algo más de 7.000 horas al año, y el presupuesto base es de 165.181 euros por doce meses, antes de incorporar el IVA. Sumando el impuesto, la cifra asciende a unos 200.000 euros. El periodo inicial es de un año, pero se puede prolongar a dos, con lo que el monto subiría a algo más de 330.000 euros antes del IVA, o unos 400.000 con este.

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En el caso de las escalas simples, es decir, la llegada de un único crucero, la empresa de seguridad privada deberá proporcionar tres vigilantes; si llegan más de 3.500 pasajeros, el dispositivo se puede ampliar con un cuarto profesional en el acceso a Palexco. En las escalas dobles habrá cinco vigilantes, y en las triples, ocho. La Autoridad Portuaria podrá introducir cambios avisando con 24 horas de antelación, o menos, si la empresa ofrece un plazo más reducido para ganar el contrato.

La compañía adjudicataria también tendrá que diseñar un curso en el que impartirá a sus trabajadores “conocimiento físico del Puerto” y sus instalaciones, y los “riesgos y amenazas” que sufre este. En la formación se identificarán las zonas “especialmente sensibles”.

En el documento en el que justifica la necesidad del contrato, el Puerto señala que ha realizado varias inversiones para aumentar la seguridad en los muelles interiores, desde circuitos cerrados de televisión a “barreras, lectores, tornos” o vallas. Además, indica que ha ido “instruyendo a la Policía Portuaria” para actuar en casos de emergencia. Así, se les han enseñado protocolos de aplicación de primeros auxilios y utilización de desfibriladores semiautomáticos o “medidas de defensa personal”, entre otras competencias. El Puerto menciona la futura compra de drones dentro de estas inversiones en seguridad, si bien no señala cuántos prevé adquirir.

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