El Concello reformará la capilla de San Amaro en A Coruña en cuatro fases mientras define su nuevo uso

Anunció en 2019 que recuperaría este templo del cementerio, pero el proyecto todavía está en redacción

Patrimonio tendrá que autorizar si se destina a actividad cultural o social

Capilla del cementerio de San Amaro.

Capilla del cementerio de San Amaro. / Carlos Pardellas

El Concello anunció en 2019 que le daría un nuevo uso público a la capilla del cementerio de San Amaro, aunque primero tendrá que someter el pequeño templo a una reforma. Como detalla en una respuesta al PP, el estudio de arquitectura VIER se está encargando de la redacción del proyecto. La intervención se realizará en cuatro fases mientras se define su nuevo uso, que podría ser cultural o social.

Hace cinco años, el Concello completó la rehabilitación de la parte exterior de la capilla. Ahora toca trabajar dentro y poder abrirla, por fin, a la ciudadanía. Cuándo todavía es una incógnita. El Gobierno local detalla que, al ser un edificio que tiene máximo nivel de protección según el Plan General, los plazos para su reapertura “vendrán definidos por el tiempo necesario para definir un uso concreto (cultural, social...) sumado al tiempo que establezca la Dirección General de Patrimonio para informarlo y, en su caso, autorizarlo”.

La reforma, avanza el Concello en su respuesta al PP, se realizará en cuatro fases con un presupuesto de 276.508 euros. Primero se procedería a la retirada del establo, la restauración o retirada de los paneles de madera, el saneamiento de las humedades y la apertura de la antigua puerta de la sacristía para, a continuación, intervenir en el enrejado situado en el atrio de la capilla. La tercera fase se centraría en reformar la sacristía y, por último, se prevé rehabilitar el espacio previo al atrio.

Aunque todavía se desconoce el uso que se le va a dar a este pequeño templo, cuando el Concello anunció este plan señaló que manejaba varias opciones tras descartar la recuperación del recinto como lugar de culto: recuperar la cantería y las imágenes para mantener su carácter oratorio o convertirlo en un centro de interpretación histórico del camposanto. La capilla, un exponente neoclásico local, se construyó en 1834, veintidós años después de la apertura del cementerio, que ya se ha convertido en un reclamo turístico por su ubicación y por los personajes históricos que en él descansan. Una de las teorías compartidas por varios investigadores apunta a que bajo el edificio existen fosas comunes de las personas que fallecieron víctimas de la pandemia que se extendió por la zona en la época de su construcción.

La restauración de elementos de la fachada del camposanto dañados en 2016 sigue a la espera

La restauración de varios elementos de la fachada del cementerio de San Amaro que resultaron dañados por un temporal en febrero de 2016 todavía no se ha llevado a cabo. A una pregunta del PP, el Concello explica que los dos pináculos —elementos que tienen forma de jarrón y decoraban la entrada al camposanto— “serán repuestos en cuanto concluyan todos los trámites pertinentes”, en los que se incluye el visto bueno de Patrimonio debido a su grado de protección.

En las últimas fechas, detalla el Gobierno local, se llevó a cabo una reunión con el arqueólogo municipal para definir los trabajos técnicos previos a cualquier actuación. Indica, además, que, antes de concretar el presupuesto, es necesario redactar un proyecto técnico que establezca las condiciones de restauración y la ejecución de la obra. Al tratarse de un bien catalogado, se necesitará la autorización de la Xunta.