El gremio del tatuaje exige que se elimine la burocracia para poder homologar las tintas

Estudios de la comarca demandan que España se adapte a la regulación de pigmentos que fija Europa y se desmarcan de los hallazgos de drogas y dinero falso en algunos locales

Un tatuador realiza un diseño a un cliente.

Un tatuador realiza un diseño a un cliente. / Carlos Pardellas

La Guardia Civil se ha incautado esta semana de más de 8.000 botes de tinta y agujas en 23 estudios y locales de tatuaje y piercing de A Coruña y su área metropolitana. Entre los objetos incautados se encontraban cantidades menores de distintas sustancias estupefacientes y 2.500 euros en billetes falsos. Ahora, el gremio del tatuaje ha decidido unir fuerzas para defenderse de las acusaciones y hacer valer los derechos del sector.

El primer paso, afirman en un comunicado al que se han adherido 40 estudios de toda Galicia, a iniciativa de los locales coruñeses, es que España se adapte a la normativa europea en materia de tintas. España es el único país del continente en el que rige una política de homologaciones para tintas de color independiente al del resto de Europa, que exige una segunda homologación, y que obliga a las marcas a costear unas elevadas tarifas. “Como consecuencia, en España no hay ninguna tinta de color homologada, lo que confiere un gran perjuicio e incertidumbre para el gremio de los tatuadores, ya que nos impide llevar a cabo nuestro trabajo con normalidad”, lamentan los firmantes del manifiesto.

Muchas de las tintas que están en el mercado actualmente, señalan, cuentan con la homologación Reach (Registration, Evaluation, Authorisation of Chemicals), lo que las convierte en seguras para la piel según los estándares europeos, pero los profesionales tienen prohibido su uso en los estudios debido a que carecen de permisos en España. En el caso de las agujas incautadas, precisan que, al estar consideradas como producto sanitario, “solamente pueden ser distribuidas por empresas que cuenten con licencia de importación y distribución”, por lo que los tatuadores tienen prohibido usar agujas provenientes de otros países miembros, “a pesar de cumplir los requisitos sanitarios”.

Los profesionales temen el daño reputacional que la redada de esta semana pueda haber causado al gremio, especialmente, en lo relativo a las incautaciones de cantidades menores de droga y de billetes falsos, que aseguran que “no es algo extrapolable” a todos los locales del sector. “Lanzar este tipo de noticias sin contrastar la realidad con la que tenemos que lidiar profesionalmente perjudica gravemente a nuestro sector”, denuncian.