10-4 | El gol solo era una cuestión de tirar más

El Liceo certificó su clasificación para la Copa de la Reina con una goleada sobre el Bigues que además sirvió para romper con una especie de bloqueo de cara a la portería contraria que había acompañado a las coruñesas en las últimas jornadas. Solo era cuestión de tirar más. Y cuando se soltaron, fueron uno detrás de otro, como si en un mismo día entraran todos los que se habían resistido en los anteriores.

Una de las máximas del mundo del deporte es que el gol es cuestión de rachas. Pues bien, a Alba Garrote esa mala suerte le llevaba acompañado demasiado. Había marcado, claro que sí, cuatro goles, incluso este mismo miércoles en el partido en Manlleu. Pero la cuenta no estaba a la altura ni de sus condiciones y esfuerzo ni a la cantidad de ocasiones acumuladas en cada encuentro. A veces solo queda esperar. Seguir trabajando y esperar por un día como el de ayer, en el que se destapan todas las esencias y por fin sale todo. En un abrir y cerrar de ojos multiplicó la cifra de goles con la que se presentaba al partido por dos. Cuatro había marcado. Cinco hizo en una sola tarde. Y así es todo mucho más fácil.

Histórico debut del Liceo en la Champions

Porque además el primero llegó a los treinta segundos. Casi como una redención. Porque si las verdiblancas venían de perder en Manlleu con un polémico penalti a falta de cuatro segundos para el final, se encontraron con una pena máxima a favor a las primeras de cambio. La asturiana fusiló en el tiro y el tanto dio mucha confianza a las locales. Pudieron aumentar la renta con una directa tras la azul a Solé, pero María Sanjurjo se adornó demasiado. En la superioridad, Lara Yáñez encontró a Cris Diz que con malabares marcó el segundo. Tuvo otra ocasión a bola parada el Liceo, pero Alejandra Martín falló el penalti. No lo hizo Erika Ghirardello, que puso emoción a la primera parte. Pero era el día de Garrote, que anotó el tercero y después Sanjurjo, el cuarto. La azul a Gaete dio al Bigues más bola parada para resistir dentro del partido con Borrás acertando la directa. Garrote puso el 5-2 al descanso que daba mayor tranquilidad.

Y más cuando también aprovechó la directa por la azul a Ramón. El Liceo estaba enchufado y por más que la argentina recortara, el día estaba para una goleada histórica. Garrote marcó, con suerte por un rechace, el quinto suyo, el séptimo de su equipo, que con un vendaval ofensivo llegaría a diez con otros dos de Sanjurjo y uno de Martín y el epílogo final de Ramón para maquillar mínimamente el marcador.