Atletismo

Dacal: “Seguiré vinculado al deporte”

El exatleta llega de México e ingresa en la Unidad de Lesionados Medulares del Chuac

Gustavo Dacal, a su llegada al aeropuerto de Alvedro, abrazado por un familiar. |  // EUROPA PRESS

Gustavo Dacal, a su llegada al aeropuerto de Alvedro, abrazado por un familiar. | // EUROPA PRESS / María Varela

El exatleta gallego Gustavo Dacal, campeón de España de lanzamiento de jabalina en diez ocasiones, ya está en A Coruña para tratarse en la Unidad de Lesionados Medulares del Chuac las secuelas físicas que padece tras sufrir un calvario, una serie de catastróficas desgracias que incluso le llevaron al borde de la muerte, mientras se encontraba hospitalizado en México tras contraer dengue por la picadura de un mosquito y que la enfermedad se complicase después por una apendicitis y una espondilodiscitis, una infección en el cuerpo vertebral que le afectó a la movilidad de las piernas. Más allá de si podrá o no volver a caminar, y una vez que su vida ya no corre peligro, el objetivo de su repatriación, que subvencionó la Xunta de Galicia, es que tenga una vida lo más funcional posible porque como confirmó el pontevedrés su lesión es complicada ya que no se debe a un golpe sino a una bacteria (estafilococo). En Alvedro, sobre la camilla en la que fue trasladado y rodeado tanto por el personal sanitario como por familiares y amigos con los que se reencontró, confirmó que pase lo que pase, mantendrá su vinculación con un deporte que ya le había traído a A Coruña en otra etapa diferente de su carrera.

“En su etapa deportiva siempre fue un luchador, un atleta con la cabeza muy dura, así que ahora esperemos que esas cualidades le sirvan para que se recupere lo máximo posible y tenga la mejor calidad de vida. Es una alegría que ya esté aquí”, dice Necho Fernández, que fue compañero de entrenamientos, club e incluso habitación, y por otro lado rival en competición, de Gustavo Dacal cuando este se trasladó desde Pontevedra a A Coruña para lograr su mejor versión, lo que le llevó, entre otros méritos, a batir el récord de España de jabalina. Ayer regresó a la ciudad en la que entrenó durante siete años a las órdenes de Raimundo Fernández en la escuela que por entonces era considerada como una pequeña Finlandia en Galicia y de la que salieron numerosos atletas olímpicos e internacionales. Las circunstancias ahora son completamente diferentes. Pero si en el pasado estuvo en las manos del entrenador al que conocían como el gurú de los lanzamientos, en el presente estará tratado por algunos de los mejores especialistas en el campo de las lesiones medulares ya que esta Unidad del Chuac, dirigida por el doctor Antonio Rodríguez Sotillo, es una de las referencias de su ámbito en Galicia y en todo el norte peninsular

“En México me salvaron la vida y me trataron muy bien, pero aquí hay más medios y posibilidades de tener una recuperación óptima”, indicó Dacal a los medios que acudieron a su llegada al aeropuerto coruñés de Alvedro. “Gracias a todo el mundo por la difusión, ayuda y el apoyo recibido. Estoy con ganas de iniciar este proceso para recuperarme”, señaló a la vez que apuntó que pese a que ya acumula los dos meses de lucha que pasó en el hospital de Veracruz donde fue tratado, todavía le queda mucho camino por recorrer en su recuperación: “Estuve cerca de no estar aquí y no me refiero a temas administrativos. Ahora queda otro trayecto igual o más duro, pero estoy con muchas ganas, con voluntad de volver y de recuperarme”. Un objetivo para el que “no hay fecha ni pronóstico de cómo o cuándo”. “El primer asalto lo libramos, fue duro. Fueron seis u ocho semanas de sufrimiento”, añadió.

Dacal explicó también que la complejidad de su lesión se debe a que no se produjo debido a un traumatismo. “Un estafilococo se introdujo en mi cuerpo y complicó el intestino delgado y el grueso, con cuatro cirugías en diez días. Ahora se trata de trabajar día a día para ver hasta dónde podemos llegar”, valoró. Rodríguez Sotillo, en un reportaje de hace un año en este periódico a raíz del avance científico que devolvió la movilidad a tres pacientes con paraplejía, estimó que “la mitad” de los ingresos en su Unidad se deben a los accidentes de tráfico. “La otra gran causa de hospitalización son las caídas fortuitas”, apuntó y reconoció que el tiempo “varía en función de la situación” de cada enfermo”. “Cada paciente es un mundo”, señaló.

Pase lo que pase, Dacal no quiere perder la vinculación con el deporte. Después de retirarse, quiso iniciar carrera como entrenador, para lo que se desplazó a México. “Allí ha llevado a atletas del equipo paralímpico nacional”, comenta Necho Fernández, “así que conoce el tema de primera mano”. “Nunca perdimos el contacto porque además de compañeros cuando estuvo aquí, los dos ahora somos también entrenadores”, recuerda el coruñés. “Fue un palo muy grande enterarnos de lo que le estaba pasando, además en un país en el que no tenía cobertura médica y con problemas de impagos”, continúa. “A ver si los avances de la medicina pueden recuperar su médula para que envíe señales a sus piernas”, dice y le envía un mensaje: “Sabe que me tiene para lo que necesite”.