FINAL OK LIGA | El Liceo se encomienda al Palacio

El Liceo se encomienda al Palacio de los Deportes de Riazor para creer en la gran remontada. El jueves, cuando la final del play off de la OK Liga llegue a A Coruña, el equipo verdiblanco necesitará más que nunca el calor de su afición para intentar prolongar la lucha por la defensa de su título liguero, que marca de momento un 2-0 a favor del Barça. El conjunto de Juan Copa cayó ayer en el segundo duelo de la serie por 4-1 en un partido prácticamente sin fisuras de su rival. Sólido atrás y resolutivo arriba, mostró su mejor versión y a los coruñeses no les queda otra que aferrarse a un acto de fe. En su feudo será otra historia. Seguro. Pero están contra las cuerdas. Que nadie les dé por muertos que un animal herido es más peligroso todavía. Y toda ayuda será bienvenida para que sea ese factor extra que les está faltando en la pista para hacer frente a un imperio de estrellas y ante el que no está llegando solo la clásica competitividad que lleva implícito el escudo verdiblanco.

El primer partido, disputado el jueves, fue más parejo y el resultado, más amplio. La superioridad azulgrana fue mayor en el de ayer, pero el marcador, más corto. La solidez defensiva del Barça dio pocas opciones a los verdiblancos, que además cuando lo hacían todo bien para superar a los jugadores locales, todavía les quedaba por sorprender al portero, un Sergi Fernández que no bajó la guardia y se hizo una vez más enorme bajo sus palos. No consiguieron hacerle daño mientras que los azulgrana no perdonaron una. Al principio y al final del primer tiempo, cuando más duele. Y aumentaron la renta en una segunda parte en la que las decisiones arbitrales fueron minando a los coruñeses, cargados de faltas. Llegaron a 17 mientras el Barça apenas cargó con dos durante veinte minutos. Además de dos azules, al capitán David Torres y a un Juan Copa cuyo banquillo parece vigilado muy de cerca en este play off —es su segunda, a la que se une la roja al delegado Antón Baldomir—. Serra paró cuatro directas (Bargalló, Rodrigues, Alabart y Nunes), mientras que Rodríguez falló una directa y Carballeira, un penalti.

El técnico liceísta cambió de entrada el quinteto inicial. Volvió al del inicio de la temporada, con Bruno di Benedetto en detrimento de Sito Ricart. El francés justificó pronto esa decisión porque a los veinte segundos de juego tuvo su primera oportunidad de gol. Su tiro se fue rozando el palo. Esta vez eran los visitantes los que golpeaban primero. Por lo menos en cuanto a ocasiones. Porque el primer derechazo directo a la lona lo dio el Barça, que se adelantó en el minuto tres con un disparo de Helder Nunes que rozó lo justo en Álex Rodríguez para despistar a Martí Serra. Se suele decir que para ganarle al Barça hay que hacerlo todo bien y, además, tener una pizca de suerte. Bien, pues esta ya era esquiva nada más empezar el encuentro.

Presión a la salida de la bola

Las tornas habían cambiado con respecto al primer partido. 48 horas antes Juan Copa optaba por siempre dejar a un hombre atrás, atacando prácticamente con tres. Edu Castro movió ficha y subió a dos de los suyos a presionar esta vez a media pista la subida de la bola para obligar a que el que se iba a quedar atrás, protegiendo la retaguardia, saliera de su guarida. Con el marcador a favor desde el inicio, los azulgrana se sintieron muy cómodos y le dieron la bola al Liceo. Este intentaba mover bien para llegar con opciones claras a portería, donde Sergi Fernández evitó por dos veces seguidas el empate, primero a tiro de Di Benedetto, después al rechace de Torres. El portero culé fue una pesadilla. Siempre aparecía. La ofensiva coruñesa incluyó disparos de todo tipo de Álex Rodríguez, Pol Manrubia, César Carballeira... incluso uno al palo de Torres. No había manera. El Barça respondía a la contra, como una de Panadero frenada por Serra, estaba seguro atrás, pero no dominaba. No lo necesitó porque marcó la siguiente que tuvo, un rechace de Rodrigues en el área. Justo antes de un descanso al que se llegó con 2-0 en el marcador.

Los culés dieron un paso adelante, sobre todo en ataque, en el segundo tiempo. Serra se tuvo que lucir, pero no estuvo especialmente afortunado en el tercero, una contra llevada y finalizada por Bargalló. El 3-0 no era una sentencia pero casi. Más cuando David Torres vio una azul por derribo a Marc Grau. El meta verdiblanco hizo una gran parada a la directa de Bargalló, pero quedaban dos minutos en inferioridad. Carballeira forzó la décima. Otra directa. Otra gran intervención de Serra. Pero con uno más, el exliceísta Grau se topó con una bola en el primer palo en un rechace y la mandó a gol. El cuarto. Las faltas se habían ido desnivelando en el segundo tiempo. El primero había terminado con 6 para los locales y 5 para los visitantes. Cuando quedaban diez minutos de partido la cuenta era de 8 a 13.

La puntilla fue la azul a Juan Copa en el banquillo. Alabart falló la directa, pero le tocaba al conjunto liceísta una nueva inferioridad, otro esfuerzo extra. De él salió fortalecido y llegó su gol, de David Torres, a base de insistir y sin rendirse. Aún tuvo que sufrir por la decimoquinta, en la que fue un cuarto jugador azulgrana a tirar la directa con la misma suerte, la parada de Serra. Ya en la recta final, con solo tres minutos por jugar, los colegiados concedieron la décima del Barça, en la que Álex Rodríguez falló la directa. Y en el último minuto, un penalti que tampoco consiguió transformar César Carballeira. El Liceo no pudo sacar nada provechoso del Palau. Y ahora se encomienda al Palacio.