Hockey sobre patines - OK Liga masculina

Sito Ricart: “La cabeza y el cuerpo me piden nuevos retos”

El jugador no seguirá ni en el Liceo ni al máximo nivel: “Me lo he pasado muy bien, pero considero que el hockey ya me ha dado todo lo que me tenía que dar”

Sito Ricart, jugador del Liceo.

Sito Ricart, jugador del Liceo. / VICTOR ECHAVE

Sito Ricart (Sant Just Desvern, 1999) no seguirá en el Liceo la próxima temporada. Pero tampoco jugando al hockey sobre patines, por lo menos a alto nivel. Tiene solo 25 años y cree que ha llegado el momento de decir adiós. “La cabeza y el cuerpo me piden nuevos retos”, reconoce. No sabe muy bien hacia dónde orientará su futuro, se dará un tiempo para pensarlo y mientras podría juega en algún equipo. “Pero a este nivel no”, aclara. Porque su intención es irse en los próximos meses a trabajar al extranjero. Una vida alejada del deporte. “Creo que no hay marcha atrás”, apunta, aunque deja abierta una pequeña puerta: “Nunca digas nunca... Para mí lo más importante es ser feliz”.

El año pasado, a estas alturas de temporada, ya tenía muchas dudas de si seguir o no. Finalmente se dio un año más. Una prórroga a la que no le siguen los penaltis. “La cabeza y el cuerpo son los que mandan y esta vez sí que quiero hacerles caso”, anuncia. No importa la edad. “Claro que podría jugar muchos años más y aprovechar más años mi carrera. Pero no creo que lo que influya en esta decisión es si eres mayor o no, sino la ilusión que tengas dentro”, reflexiona, “y yo me lo he pasado muy bien, pero considero que en este momento el hockey ya no me motiva”. Porque ya ha alcanzado todas sus metas. “Cuando era pequeño quería llegar a la OK Liga y a jugar en un equipo como el Liceo. Para mí estos dos años han sido un sueño cumplido, literal. Y cuando se cumplen unos sueños, aparecen otros. Cuando consideras que un deporte ya te ha dado todo lo que te tenía que dar... para qué vas a seguir. Esto es muy personal, pero a mí me ha llegado el momento ahora como me podría haber llegado en los próximos diez años. Es algo que se va viendo sobre la marcha”, indica.

Por lo tanto, lo que queda de temporada va a ser muy especial para él. Puede ser que no vuelva a tener la oportunidad de jugar un play off o de optar a ganar un título, así que le toca aprovechar y disfrutar el momento mientras se despide de la mejor manera posible de un club como el coruñés, donde vivió su primera experiencia lejos de casa y donde en estos dos últimos años ha crecido a nivel deportivo y personal. “En hockey he dado un paso hacia adelante. Y como persona, al estar solo, en otra ciudad, me ha tocado ser dueño de mis propios problemas y se vive diferente. Ha sido un gran aprendizaje y me voy con grandes recuerdos y con buen sabor de boca”, afirma.

Queda un partido de liga regular, el domingo contra el Noia (Palacio de los Deportes de Riazor, 12.30 horas) que aunque el Liceo ya no se juega nada, sí servirá de preparación para un play off que espera apasionante. Los verdiblancos lo afrontarán desde la tercera plaza, que da ventaja de cancha en la primera eliminatoria y que, de llegar a semifinales, evita al Barça, aunque sin el factor pista a favor. “Hay que ser optimista”, valora sobre la tercera posición. “No hicimos una buena primera vuelta y eso nos ha obligado a remar contracorriente en la segunda. Por eso, viendo de dónde venimos, es muy positivo”, añade. “Considero que va a ser un play off muy igualado. Ves la clasificación y aún no está nada decidido. Durante todo el año ha estado todo muy ajustado. Por eso también creo que es positiva la tercera plaza, porque no está fácil y ha sido una liga complicada y competitiva” indica, sin preferencias sobre el rival en cuartos —“tenemos que fijarnos en nosotros mismos”— aunque podría tocar un Voltregá con el que hubo piques en los últimos partidos: “Es deporte y pasan cosas. Pero tenemos que olvidarnos de todo lo que no pasa en la pista. No nos debería afectar tanto como nos está afectando, en concreto como contra ese equipo”.

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