Juan Copa: “Nuestro ADN es intentar luchar siempre por todo, sin importar qué jugador esté”

El Deportivo Liceo arranca mañana (18.00 horas) la OK Liga contra el Igualada en el Palacio de los Deportes de Riazor. Juan Copa afronta un nuevo reto al frente de un banquillo liceísta renovado, con más jugadores coruñeses y una ambición intacta.

¿Cómo encara esta campaña?

Muy bien. Ilusionado y con energía, la que me están dando los jugadores. Lo primero que hace el entrenador es transmitir, pero si tiene retorno, entonces está feliz.

¿Cómo valora la Supercopa?

El equipo compitió y jugó para ganar. Estamos un poco jodidos porque veíamos que podíamos ganar, que no es fácil contra los equipos a los que nos enfrentábamos. Hicimos, sobre todo, dos grandes primeras partes. En la final, en el momento en el que pudimos haber cogido más distancia, podríamos haber aprovechado alguna ocasión más. Ellos (el Barça) tienen jugadores de primerísima calidad y la clave estuvo en esos cinco minutos. Hablaremos para intentar que no vuelva a pasar.

¿Le anima para afrontar esta primera jornada de liga?

Era una competición de dos días. Estuvimos muy bien, pero ya está aparcado. Ahora empieza la OK Liga, que es un camino muy largo. Nosotros trabajamos con bloques. Completamos uno, la pretemporada, para ese objetivo de competir la Supercopa. E iniciamos otro en el que la idea es intentar sumar de tres y estar en los puestos altos. En el medio tendremos partidos de Champions. A ver dónde estamos situados en el parón de diciembre. Estoy tranquilo y contento porque veo en el grupo mucha ilusión, ganas y energía.

¿Percibe que están más cerca del Barça después de esta final?

No. Repito los bloques de siempre. Sabíamos que era un fin de semana. Nos quedamos con las buenas sensaciones. Eliminamos al Reus, el anfitrión, en semifinales. Y estuvimos 17 minutos por delante contra el Barça. La liga es larguísima y partimos de cero. Hay jugadores que van a crecer mucho individualmente y el equipo todavía tiene mucho margen de mejora.

¿Ve el vaso medio lleno?

Lleno total. Hicimos una grandísima pretemporada. No hablo solo de los resultados, que también se dieron, en una preparación muy exigente, con equipos muy fuertes en Portugal y luego el Rivas de Madrid. Me quedo con los entrenamientos, la actitud y el compromiso desde el primer día.

¿Cómo valora la competencia en la liga este año?

Escucho que está más igualada que otros años, con plantillas muy renovadas y cambios a nivel de jugadores. No podemos despistarnos. Partimos de la base de que el campeón, el Barça, no perdió ningún partido la pasada temporada. Son los favoritos en todas las competiciones.

¿Qué espera del Igualada?

Es un equipo complicadísimo, muy joven. El año pasado fue la revelación y en el primer partido del playoff, que nos tocó eliminarlos en cuartos, tuvimos que ir a la prórroga. Este es el primer encuentro en casa y tenemos que olvidarnos ya de la Supercopa.

Siempre se habla de nuevo ciclo en el Liceo.

Aquí siempre ha habido momentos en los que teníamos plantillas con diez jugadores de primer nivel, de repente se reestructuraba el equipo y seguíamos compitiendo. Que vengan otros equipos que nos lleven a jugadores no es algo de estos últimos años, sino que es histórico. Nuestro ADN es intentar luchar siempre por todo, sin importar qué jugador esté. Tenemos un escudo muy grande.

¿Notan una mayor influencia del mercado portugués?

Hablamos de clubes de fútbol. Aquí hay uno, que es el Barça. En Portugal están el Benfica, el Sporting y el Oporto. Y, luego, los equipos que apuestan muy fuerte, como son el Barcelos y el Oliveirense. Cada vez que un jugador nuestro recibe una propuesta, es difícil que puedan continuar porque son profesionales. Claro que nos gustaría tener ese dinero, pero aceptamos la realidad y salimos a competir siempre.

Ficharon a dos coruñeses, Pablo Cancela y Bruno Saavedra.

Cuantos más jugadores tengamos de aquí, mucho mejor. Ahora son cuatro y ojalá en un futuro sean más, porque creo que es también otra de las cosas que se ha trabajado siempre históricamente en el Liceo. El fichaje tiene que ser mucho mejor que lo que tenemos aquí. Pienso que esa mezcla tiene que ser el futuro. Las llegadas de Pablo y Bruno, y también la de Tombita [Fran Torres], que lleva aquí desde juveniles y lo consideramos como nuestro, tienen que ser la meta.

¿Cómo se han adaptado?

Todos muy bien. César [Carballeira] y Dava [Torres] hacen una labor espectacular de integración, ese entrenamiento invisible fuera de la pista. Da gusto tenerlos por lo que ayudan en ese proceso. Para Pablo es más fácil porque es de aquí, ya pasó por el club y nos conoce a todos. Es un regreso ganado a pulso. Bruno aun es joven y viene de hacerlo bien en el Dominicos. Está en esa fase de entrar en un equipo profesional, que lleva tiempo, pero hemos visto ya pinceladas de lo que puede llegar a ser.

¿Le pide lo mismo que a todos?

La exigencia es máxima en todos los sentidos: compromiso de entrenamiento y de partido. Sin ella no se consiguen los objetivos. Me da igual que tenga 18 años o 35, se les va a demandar lo mismo. Y espero que se les respete en la pista de igual manera.

También llegó Tiago Rodrigues para competir con Martí Serra.

Quiero tener la portería bien cubierta. Este fin de semana jugó Tiago y no sabemos si seguirá él o Martí. Siempre busco el beneficio del equipo. No hay ningún jugador por encima de nadie. Son todos importantes.

¿Ha evolucionado el estilo?

Se ha visto a un equipo que transiciona más y que corre al contragolpe porque tenemos gente rápida. Necesitamos ser muy eficaces en las ocasiones que generamos. Mejoramos en defensa, pero tenemos que seguir. Las señas de identidad han cambiado porque tenemos un grupo diferente. Jugadores como Sito [Ricart] o Fabri [Ciocale] tienen que dar un paso al frente porque es un rol distinto. Se trata de encontrar el registro en el que se encuentran más cómodos.

¿Dónde está el límite del Liceo?

No lo sabemos. Nuestra meta es intentar estar en todas las finales posibles, que es donde se deciden los títulos. Tenemos ilusión, ganas y energía, pero nunca la obligación de conseguir los objetivos que nos hemos marcado. Esta ha sido nuestra tercera final consecutiva. Hay que valorarlo porque es muy difícil de lograr. La forma de ganar un título es a base de insistir.

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