Baloncesto - LEB Oro

114-88 | El Leyma ametralla, resiste y machaca

Un estratosférico Jakovics y un líder con todas las letras como Burjanadze guían al Leyma a la victoria más dulce

Pone tierra de por medio, con licencia a soñar

Carlos Miranda

Carlos Miranda

Y llegó la duodécima consecutiva, la que mejor sabe. Un imperial Jakovics, con 28 puntos, y un auténtico referente sobre la pista como Burjanadze, con 21, lideraron el triunfo aplastante del Leyma sobre el histórico Estudiantes (114-88), que le reafirma en lo alto de la tabla de la LEB Oro y que certifica su candidatura, con todas las de la ley, al ascenso. A Coruña vibró, disfrutó, A Coruña sueña. Robándole una tonadilla al Dépor, pobre del quiera robarle la ilusión a un Leyma que, con los altibajos lógicos del duelo, demostró ser mejor equipo que su gran rival por estar la próxima temporada en la máxima categoría. Fue un triunfo fraguado en tres actos. Masacre, resistencia y aplastamiento. Del Básquet Coruña arrollador desde el perímetro, al equipo que se agarró con las uñas al partido, hasta el que machacó a su contrincante en los últimos minutos. Todos son el Leyma, todos fueron mejores y, a día de hoy, todos merecen la ACB.

A Coruña quiere ACB: Así celebra la afición naranja el gran triunfo del Leyma frente al Estudiantes

LOC

El Básquet Coruña sintió ese fuego de O Forno en sus manos desde los primeros instantes. No hubo ni tanteo. El marcador electrónico no daba abasto, los triples volaban. Era un Leyma de récord y un Estudiantes que no le perdía la cara al duelo, en la medida de lo que podía. Anotaron casi todos los naranjas en ese primer cuarto. Ajustició a su rival desde la línea de tres. 8 de 13 y eso que falló alguno en los últimos instantes para estropear la estadística. Entre los errores en los cambios y algún lanzamiento flotado a Huskic, el tanteador se fue al 38-23 al final del primer cuarto. Y eso que Wintering y Leimanis sostuvieron en la tempestad a Estudiantes. Fue el tope de anotación en un cuarto del equipo de Diego Epifanio (luego lo volvería a batir en el último con 39). Jakovics se había ido a los nueve puntos, Barrueta a los ocho, Lunqvist a los siete... La lista era interminable y el Leyma, inagotable.

El ritmo era insostenible, pero al los coruñeses les faltó más consistencia y variantes en el juego en el segundo cuarto en el momento en el que desapareció el acierto. Yunio ya no anotó y aparecieron protagonistas secundarios como Beqa Burjanadze, pero la historia ya era otra. Fueron unos minutos en los que Estudiantes demostró la profundidad de su banquillo con Carrera liderando, Frazier sumando, Nzosa percutiendo, Larsen trabajando bajo el oro y Ferrando acertando desde la larga distancia. Llegaron a ponerse a cuatro los colegiales. 52-48 o 54-50.Al final, el tanteador se quedó en un interesante 59-52 al descanso. El Básquet Coruña había sido un vendaval, aunque ya menos. Necesitaba algo más que acierto. Estudiantes estaba ahí, agazapado, era un peligro.

El Leyma entró en el modo reserva en el tercer cuarto. No es la primera ni será la última que tiene una pájara en este periodo, pero esta vez era como una evolución lógica de lo que se está viendo en el duelo. Estudiantes jugaba cada vez mejor, masticaba el juego, elegía, siempre había un pase extra. Crecía la figura de Larsen bajo los aros y a cuatro metros. Poco o nada se defendía. Sin prisa pero sin pausa se iba acercando, rondando. Le faltaba acierto, el último paso. Sí que es cierto que el Leyma aguantaba. Aprovechaba los tiros libres, el bonus, rascaba una canasta Huskic con su calidad bajo los aros. Resistencia pura y dura. Y no le fue mal. 75-70 al final del tercer cuarto.

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Ya se venía intuyendo, pero si en las malas Estudiantes no había sido capaz, en cuanto los naranjas subieran el nivel... Jakovics no fallaba desde el tiro libre, Burjanadze aparecía desde el perímetro en los momentos importantes, Diagne se hacía con la zona. Estudiantes, sin acierto ninguno, fue un juguete roto en manos del Leyma. 114-88. El Palacio de los Deportes estalló. A Coruña sueña con la ACB. Hace 45 años que no cata la máxima categoría, pero es que este equipo está para reescribir la historia.