Un "reto mayúsculo" para Rubén de la Barrera en el Deportivo

El coruñés asume la dificultad con la que arranca su segunda etapa en el club, pero se declara ilusionado - “Ojalá la vida me regale un ascenso con el Dépor; lo bonito no es estar aquí, sino ganar y hacer cosas bonitas”

Marcos Otero

Marcos Otero

Rubén de la Barrera ya ejerce como nuevo entrenador del Deportivo y ayer tomó la palabra para exponer sus sensaciones en la que será su segunda etapa en el club. Para él representa un “reto mayúsculo” porque vuelve al equipo de su vida y además en una situación incluso más delicada que la anterior, cuando tomó las riendas del vestuario a comienzos de 2021 luego de la destitución de Fernando Vázquez. “Es un honor estar de vuelta aquí. La alegría que uno siente es proporcional a las ganas de hacer cosas aquí”, resumió el coruñés en una comparecencia acompañado del presidente, Antonio Couceiro. A diferencia de otras ocasiones, el responsable del consejo de administración tomó la palabra para explicar la decisión de destituir a Óscar Cano debido a la derrota en Linares, tan solo unas semanas después de que le hubiera trasladado su confianza. La forma en la que se produjo esa derrota, explicó, y sobre todo las consecuencias terminaron precipitando el cese del granadino. “Tratamos de buscar la máxima estabilidad en cuanto a las personas. Pero esa necesaria estabilidad tiene el límite de la responsabilidad”, señaló Couceiro.

Un reto “mayúsculo”. El club mira ahora hacia adelante con De la Barrera, al que se encomienda para lograr el ascenso a través de un play off que todavía tiene que cerrar matemáticamente. Para él será un “reto mayúsculo” por la dificultad y las circunstancias de su llegada, a falta de tan solo dos partidos para el final de la temporada regular. “Esto es un reto en toda regla y un reto mayúsculo en mi club. Sabéis que la energía con la que llegamos es máxima para todo lo que queda. Soy una persona que intento visualizar las cosas y me llevan a la acción. Eso es el día a día y cada minuto para que la gente esté en condiciones para competir. Que la gente llegue a los partidos con las ideas claras con el poco margen que tenemos. Eso creo que les va a reportar seguridad. Esto es como un semáforo. El que esté en verde irá para adelante y el que esté en rojo y ámbar tendrá que esperar”, reflexionó De la Barrera.

Un proyecto con la idea de lograr estabilidad y sin dudas sobre su vuelta. Varios nombres salieron a relucir durante su presentación, sobre todo los de Trilli, Álex Bergantiños, Lucas o Quiles, pero también la forma en la que se ha producido su regreso después del desencuentro que desembocó en que no renovara su contrato en 2022. De la Barrera aseguró que llega para un proyecto con “estabilidad”. “Uno siempre está preparado para agarrar una oportunidad. Hubo varias opciones, pero no di el paso. Me llamó David Villasuso [director general del club] e hicimos un esfuerzo los dos para que se diera. Fue sencillísimo y natural, como tiene que ser. Agradecido al club por la llamada porque estoy con una ilusión bastante importante”, subrayó. El contrato es por lo que resta de temporada y otra más, lo suficiente para De la Barrera según lo que expuso en la sala de prensa de Riazor. “Esto está diseñado para establecer continuidad. Independientemente de mi sentimiento deportivista, aquí estoy expuesto y es un reto que yo asumo”, indicó. “Estamos todos muy contentos de lo que se ha firmado. Nos otorga estabilidad. Encantadísimo de la vida en ese sentido, pero muy centrado en el presente”, insistió. No tuvo ni siquiera dudas por la manera en la que se fraguó la ruptura hace dos años con el club: “Cuando me llamaron lo primero que pensé es que para adelante”.

Un ascenso en el horizonte. Hay incluso una posible deuda con el club tras la final del play off de la campaña pasada, en la que impidió el ascenso del Deportivo en el banquillo del Albacete y además en Riazor. “Ojalá la vida me permita ascender con el Dépor. Lo bonito para mí no es estar en el Dépor, es ganar y hacer cosas bonitas. Yo lo he vivido aquí. Tenía en la cabeza imágenes y el año pasado me recordó todo eso. A esta gente no hay que llamarla. Sé que el sábado va a venir mucha gente y ese es otro factor diferencial para nosotros”, argumentó.

Mensaje a la plantilla. De la Barrera no esquivó que volver al club representa un reto, pero también lanzó un mensaje a la plantilla para que asuma su parte de responsabilidad. “Esto es momento de jugadores, de asumir responsabilidad y no solo de reconocerse jugadores del Dépor, del privilegio que tienen. Todo eso te tiene que alimentar. Eso te tiene que llevar en volandas. Eso voy a intentar. Lo que tengo claro es que la culpa la voy a asumir yo, pero ellos, y se lo dije ayer [por el miércoles], tienen que aumentar su nivel de autoexigencia”, indicó acerca de su primera toma de contacto con la plantilla blanquiazul.

El papel de la cantera. Para ese primer entrenamiento contó con varios jugadores de la cantera y llamó a David Mella. Las puertas para ellos estarán abiertas si cumplen con la exigencia. “Esto va de jugadores del Deportivo. El chico joven que esté preparado va a ir para el campo. Yo no voy a esperar”, garantizó. De la Barrera aseguró que no quiere comparsas en el equipo y que todos tendrán opciones de jugar, incluido el prometedor futbolista juvenil, que esta temporada militó en las filas del Fabril y que estuvo condicionado por una lesión. “No queremos parches. ¿Me preguntas si Mella va a tener opciones? Y tanto que sí. Si no, no estaría aquí”, aseguró el nuevo técnico deportivista.

Las opciones de Trilli. El nombre del canterano, olvidado por Cano durante los últimos meses, salió a relucir varias veces a lo largo de la presentación. De la Barrera afirmó que el joven defensa cuenta con un “potencial tremendo”, pero que deberá demostrar si realmente desea ser futbolista profesional. “El chico es dueño de su presente y su futuro. Pero un chaval con sus condiciones y potencial, mentalmente tiene que estar hecho una bomba, que se deje de historias. Lo tiene ahí, se tiene que agarrar a ella y no soltarla. Si, efectivamente, quiere ser futbolista, aquí se le van a dar opciones de ser futbolista. Las tiene que coger y estoy convencido de que lo va a hacer”, reflexionó sobre el papel de Trilli y su futuro en el club.

La idea de juego para un Dépor con ambición. De la Barrera asumió que el margen es muy pequeño para introducir grandes cambios en el equipo, por eso apuntó al tema emocional como clave. “Hay que construir mentalidad ganadora para lo que resta. Y eso seguramente cuando los niveles de confianza están en entredicho, pasa por retornar a lo básico. Valorar los duelos, los repliegues, otorgar mayor seguridad a cada uno de los jugadores con balón... eso permitirá ir desarrollando más posibilidades de juego”, razonó. “Creo que hay que ganar mayor sensación de amenaza. Al espacio, en el área... eso nos hará más completos. Ser un equipo de pie, pero también que ataque espacio y que llegue al área”, añadió sobre el estilo.