Fútbol - Segunda RFEF

2-0 | Mati despierta al Fabril sobre la bocina

Un doblete del delantero santanderino en el descuento salvó al filial blanquiazul tras un partido espeso

Xane Silveira

Xane Silveira

Unas molestias de Diego Vilán provocaron que Mati Castillo y Mario Nájera calentasen desde los primeros minutos en la banda. Era el preludio de la sociedad que, sobre el descuento, terminó salvando al Fabril tras un partido espeso que se solventó con un doblete del santanderino. Miró a la grada dos veces para reivindicarse. En apenas seis minutos como delantero, transformó las dos ocasiones que tuvo.

Se apagaron las máquinas del café y se apagó el fútbol en Abegondo. Mañana tibia, fría y poco emocionante en la ciudad deportiva, que acogía un derbi gallego opacado por una batalla táctica en la que no brillaron ni locales ni visitantes. Media hora tardó el equipo de Óscar Gilsanz en lograr su primer remate a portería. Fue, también, el tiempo que tardó en desquitarse de la intensa y organizada presión que Simón Lamas había preparado a su homólogo. El filial blanquiazul se atascó y acumuló innumerables pérdidas. Una de ellas, tras un error de Iñaki, estuvo a punto de provocar el primer tanto, pero después de un nudo de giros y pases en el interior del área, Santi sacó un remate a bocajarro sobre el que Brais Suárez se abalanzó para detenerlo con el pecho.

Gilsanz estiraba el dedo. “Todo ok”, parecía indicarle a Brais después del enésimo desplazamiento en largo hacia Tim Caroutas que acababa en pérdida o saque de banda. El técnico betanceiro no quería excesivos riesgos y prefería que los suyos lanzasen vertical antes que jugársela en corto. Pasó media hora hasta que los locales, emparejados a todo el campo, empezaron a llegar tarde a las ayudas. Ahí emergió la figura de Iano, que explotó su lado y provocó algunos tímidos remates de Iñaki, Kevin Sánchez o Caroutas, todos sin éxito.

El guion cambió en una segunda parte en la que el Villalbés dio un paso atrás. Mientras, en la grada, Retuerta y Yeremay atendían a un partido encaminado al 0-0 desde el primer momento. Se preguntaría el canario, quizá, si podría bajar a echar una mano. Al Fabril le faltaba imaginación en el último tercio. Estaba oculta en la banda.

Mario Nájera y Mati Castillo entraron para aportar ese punto de aire fresco que el equipo necesitaba. El riojano tardó en entrar al partido, con poco ritmo y el alma ciertamente apagada. Fue su talento natural el que terminó haciéndose hueco en un encuentro que, precisamente, pedía un toque de magia.

El partido se abocaba al 0-0. Pero, entonces, Nájera tiró de ingenio para servir un pase magistral que Mati transformó en el 1-0. Lo celebró con elocuencia el 22, era un tanto para reivindicarse, para remarcar que ahí estaba él. Necesitó seis minutos como delantero para incrustar el balón en la red. Pero el punta no se quedó ahí. Un minuto después aprovechó un error rival y anotó desde lejos a portería vacía, justo cuando el Villalbés se vació en busca del empate.

Sus dos tantos envían al Fabril a la sexta posición, con 13 puntos en nueve jornadas de liga.