El tribunal de contratación obliga a repetir el concurso de ideas de la travesía de Arteixo

El Concello de Arteixo deberá repetir el concurso de ideas para mejorar las condiciones de accesibilidad de la travesía de Arteixo tras estimar el Tribunal Administrativo de Contratación Pública el recurso de uno de los aspirantes. La anulación fue consecuencia de un fallo informático de la plataforma de contratación, que invalidó el proceso de selección.

En concreto, se produjo un error en la preservación de los seudónimos que los candidatos debían emplear para garantizar el anonimato y la protección de datos, de forma que quedó al descubierto la identidad de uno de ellos.

Ahora, el Ayuntamiento arteixán se ve obligado licitar de nuevo este certamen público para respetar los términos del anonimato. Desde el Gobierno municipal afirman que abrirá este mismo mes el plazo para presentar de nuevo los planes. Su pretensión es que el retraso sea el “mínimo posible”.

El importe base del anterior concurso ascendía hasta los 250.000 euros (IVA incluido). Establecía que el primer premio recibiría una dotación de 40.000 euros, el segundo, 20.000 euros; y el tercero, 15.000. Garantizaba también tres accésits de 5.000 euros cada uno.

La apertura de los sobres para la comparación y valoración de las ideas se hizo de manera digital y sin identificativos que pudiesen dar a entender qué persona o entidad está detrás. Fuentes del Ejecutivo arteixán indican que el programa informático registró un problema “inaudito” al no reconocer el sobrenombre de la propuesta presentada por una unión temporal de empresas (UTE). Esta concurrió con el apodo “Bosque Urbano” y quedó excluida al revelarse su identidad verdadera ante el jurado.

La responsable de la Plataforma de Contratación del Estado informó al Ayuntamiento de que el sistema no contemplaba el caso de que una UTE participase en un proceso de este tipo, motivo por el que se pudo desvelar quienes eran los miembros que la integraban. Asimismo, confirmaron que la incidencia quedó subsanada.

El alcalde, Carlos Calvelo, decretó que se suspendiese el plazo que tenía el jurado para resolver el concurso y finalmente el tribunal de contratación estimó el recurso de uno de los aspirantes y anuló el proceso al entender que no podía continuar tras levantarse su anonimato.

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