Entrevista | Concejala de Medio Ambiente del Concello de A Coruña

Esther Fontán: “El Gobierno de A Coruña nació con varias sensibilidades, requería una costura política que no pudo ser”

“No recibí una negativa expresa a hacer cosas, pero no tuve los medios para llevarlas a cabo”

La concejalade MedioAmbiente,Esther Fontán.  | // VÍCTOR ECHAVE

La concejalade MedioAmbiente,Esther Fontán. | // VÍCTOR ECHAVE / José Manuel Gutiérrez

Con el mandato municipal a punto de concluir, la concejala de Medio Ambiente, Esther Fontán, hace balance de su gestión en esta área en los últimos cuatro años, en el que asegura que de forma progresiva perdió la autonomía necesaria para gestionar. La pérdida de sintonía entre ella y la alcaldesa, Inés Rey, a pesar del papel decisivo que Fontán jugó para que fuese la candidata socialista a la Alcaldía, se tradujo finalmente en su exclusión de la lista electoral para el 28 de mayo, aunque asegura que dejará el Concello sin rencor.

La oposición asegura que usted no tenía el control sobre su concejalía por decisión de la alcaldesa.

Creo que es evidente que mi autonomía para gestionar mi departamento se ha visto mermada durante estos años y que a medida que fue avanzando el mandato cada vez más. Supongo que por la importancia de los contratos que se gestionan desde aquí, por lo que he notado que no tenía esa autonomía que hubiera sido deseable.

¿Hubo algún hecho a partir del cual empezara esa falta de control?

No, fue progresivo. No hubo un punto de inflexión realmente. Hubo momentos muy duros porque tuvimos que pasar una pandemia, en la que los contratos de limpieza y recogida, Bens o Emalcsa son muy sensibles. Además fue muy complicado que la situación nos cogiera con el cambio de las concesionarias de la limpieza y recogida. Pudimos sacarlo adelante gracias al pedazo de equipo de la concejalía, ya que sin ellos habría sido imposible, pese a que su número es muy pequeño. Hay ayuntamientos similares al nuestro sin planta de residuos que tienen media docena de técnicos y yo tengo dos, por lo que es muy difícil trabajar así. Ha sido además un mandato muy anómalo, lo que me produce una cierta molestia como persona y concejala, por la destitución de mi compañera Eva Martínez Acón y la marcha de Juan Díaz Villoslada.

¿Le planteó a la alcaldesa esa pérdida del control de la concejalía?

La alcaldesa conoce a la perfección lo que ocurre en cada una de las concejalías. Alguna vez he hablado con ella, pero las decisiones las toma quien las toma, no las tomo yo.

¿Quiere decir que las toma ella u otra persona dentro del Gobierno?

La verdad es que no lo sé.

La oposición ha aludido en ocasiones a que quien ejerce como alcalde es José Manuel Lage.

La alcaldesa es y ha sido siempre Inés Rey, por lo que las decisiones que se hayan tomado son únicamente de su responsabilidad. Eso no quita de que todos sepamos que el Concello pivota sobre las competencias que tiene el señor Lage, que son Hacienda, Personal y Contratación, por lo que sin duda alguna es el concejal que tiene mayor capacidad de decisión y que condiciona hasta dónde podemos llegar los demás.

Usted fue uno de los principales apoyos de Inés Rey para que fuese elegida la candidata del PSOE a la Alcaldía, por lo que tenían una relación especial. ¿Se frustró una vez constituido el Gobierno local?

A nadie se le escapa que fui la mayor promotora de su candidatura en las primarias y tenía con ella una magnífica relación que trascendía lo político, pero a lo largo del mandato se fue truncando y nuestro nivel de comunicación disminuyó, sobre todo en el último año y respecto a los asuntos más importantes.

¿Se sintió defraudada?

Nunca se me comunicó una limitación de mis competencias. En teoría siempre pude trabajar, pero de facto notaba que las cosas no salían adelante y que había cierto control.

¿Qué ha pasado con el retraso en la licitación de Nostián?

Cuando llegué a la concejalía me encontré con 5.000 toneladas de basura en los viales de la planta por el cierre del vertedero de Grixoa y tuve que gestionar a dónde se llevaban. Había un borrador para el nuevo contrato del anterior Gobierno local que nos parecía que dejaba en la indecisión la gestión de los rechazos y lo paramos. Enseguida vino la decisión de Albada de no aceptar los residuos del Consorcio y la posterior intervención de la planta. Luego la pandemia y se paralizaron los pliegos, pero cuando se termina el COVID llega el anteproyecto de la Ley de Residuos que nos obliga casi a volver a empezar. En noviembre de 2021 empezamos a trabajar en la defensa del modelo de cuatro contenedores. Estamos convencidos de que tenemos cabida en la excepcionalidad que prevé la ley. Pero a final de 2022 Contratación ordenó que se evaluara la incorporación del quinto contenedor porque todo hacía pensar que habría que implantarlo, aunque luego hubo un acuerdo entre alcaldesa y Consorcio para presentar al ministerio una justificación en defensa del sistema de cuatro.

La oposición ha criticado también la falta de control sobre los contratos de limpieza y recogida, en los que está en marcha una investigación judicial por irregularidades.

Hay un control técnico que lleva la Concejalía sobre los datos que nos proporcionan las empresas y, salvo cuando se produjo la huelga, nada hacía prever que hubiese ningún problema. El comité de empresa nos hacía llegar problemas sobre los medios para desarrollar el trabajo y la empresa los que tenía para recibir el material. Pero el control sobre el contrato no está en Medio Ambiente, sino en una mesa en la que está esta concejalía pero también responsables de Contratación que supervisa su cumplimiento y que tiene la última palabra sobre el mismo.

¿Trasladó las denuncias que había sobre las irregularidades ?

No teníamos constancia de otro tipo de quejas. Sobre cómo se contrataba al personal y las presuntas irregularidades en ningún caso se nos trasladaron. El portavoz del BNG, Francisco Jorquera, lo mencionó en un pleno y solicitamos a la empresa una relación de los trabajadores que nos facilitó. Jamás tuvimos una queja de cómo se contrataba al personal, todo esto saltó a partir de la detención de dirigentes de STL y se conoció el presunto entramado de contratación. No es por falta de control, no había ningún indicio que nos hiciese pensar que pasaba algo irregular. Sabíamos que la forma en que STL reclamaba los derechos de los trabajadores no era la adecuada. Todos recordamos las palabras de la alcaldesa cuando dijo que la quema de los camiones era inadmisible.

¿Las elecciones para la Ejecutiva local del PSOE y la formación de la candidatura agravaron la división?

No, porque todos esperábamos una lista renovada y estábamos convencidos de que algunos de nosotros no continuaríamos. No fue una sorpresa para nadie y no pudo ahondar en la quiebra del grupo porque ya contábamos con ella. Para mí ha sido una decepción no poder continuar con la tarea de Medio Ambiente porque es un reto, pero también reconozco que en las actuales condiciones habría sido bastante difícil para mí continuar.

La alcaldesa justificó la salida de algunos miembros de la candidatura por la necesidad de una renovación. ¿Es la verdadera razón?

Esa respuesta tiene que darla ella. En todo proceso de conformación de una lista siempre hay una renovación, pero cuando hay un equipo con el que ha pasado una crisis como una pandemia y que ha gobernado con una dificilísima minoría, lógicamente hay que pensar mucho como se confirma una lista. En otras ciudades siempre hay una continuidad del equipo base y alguna incorporación. Creo que he hecho una gestión que me deja tranquila y no satisfecha, porque podría haber hecho más si hubieran dejado, pero no me siento para nada cuestionada. ¿Cómo me voy a sentir cuestionada en mi gestión si mi nivel de ejecución presupuestario es de los más altos del Gobierno y nunca ha bajado del 83%? Pero no me voy con rencor, sino tremendamente agradecida por la oportunidad de haber servido a esta ciudad. Como decía Galeano, la historia nunca dice adiós, la historia dice hasta luego.

¿Hubo alguien entonces que no quiso que hiciera alguna cosa?

No ha habido una negativa expresa a hacer cosas, pero sí que no teníamos los medios para llevarlas adelante.

¿Se negaron esos medios cuando se solicitaron?

Hemos presentado proyectos que no han llegado a ver la luz.

¿Alguno de ellos destacado?

Me hubiese gustado realizar las campañas de limpieza zonal de otra manera y alguna campaña más de concienciación sobre los animales domésticos, así como sobre las playas. Lo resumiría en que no se ponían los medios a nuestro alcance para poderlo realizar.

Durante el mandato hubo un incidente en el Gobierno local con usted y Martínez Acón de protagonistas y la oposición habló de que se les faltó al respeto. ¿Qué sucedió?

Es un hecho sobre el que preferiría pasar página. Con eso estoy diciendo mucho. Fue una situación muy desafortunada en las formas.

¿Se pidieron disculpas después?

Se tiró para delante, seguimos en el día a día.

¿La destitución de Acón marcó un antes y un después en el Gobierno local? ¿Y cómo acabó el conflicto sobre las aportaciones de los concejales al partido?

Hubo un conflicto interno y todos los concejales que no lo estaban se pusieron al día en el pago de los cuotas. Para mí fue un conflicto desagradable y desafortunado. Sí hubo un antes y un después porque en aquel momento Acón era la secretaria general de la Agrupación Socialista. Si bien su presencia en la candidatura podría haber ayudado a unificar la agrupación, que no estaba pasando por su mejor momento, por desgracia no hizo más que ahondar diferencias. También hubo un antes y un después con la marcha de Juan Díaz Villoslada, ya que, por encima del cargo que podamos ocupar, en un equipo se crean afectos y respetos políticos y no voy a negar que la salida de ambos para mí fue un revés. Ha sido un mandato convulso, con demasiados cambios y bruscos.

¿Está el grupo municipal socialista dividido?

La lista electoral fue fruto de un pacto, ya que Inés Rey se presentó en las primarias frente a tres compañeros. Para la segunda vuelta se alcanzaron acuerdos para confeccionar la lista con miembros del sector que inicialmente estaba en contra de ella, pero más como imposición que como reconocimiento. Nacimos como un equipo de diferentes sensibilidades, lo que implicaba una labor de costura política que finalmente no pudo ser.

¿La marcha del coordinador municipal, Santiago Roura, también tuvo esta causa?

Desconozco los motivos por los que se fue, pero para mí fue sorprendente porque era un técnico clave en la Alcaldía, con una gran capacidad de trabajo y organización. No sé qué ocurrió pero fue un revés porque hacía una tarea encomiable en la gestión de los proyectos Eidus y un seguimiento impresionante de los asuntos de la Junta de Gobierno gracias a su conocimiento jurídico.

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