La reforma de la residencia Torrente Ballester prevé crear un jardín exterior

El proyecto instalará zonas de convivencia en todas las plantas

La entrada principal será totalmente accesible y los vehículos llegarán hasta ella

Habrá zona de hospitalización

Interior de la residencia de mayores Torrente Ballester.

Interior de la residencia de mayores Torrente Ballester. / Víctor Echave

La remodelación que realizará la Consellería de Política Social de la residencia de mayores Torrente Ballester, situada en San Amaro, incluye la creación de un jardín exterior que contará con máquinas de bebidas. El departamento autonómico sacó a licitación la redacción del proyecto y la dirección de las obras por 77.600 obras y fija en cuatro meses el plazo para elaborar ese documento. Una vez que se adjudiquen los trabajos, cuyo coste se estima en 1,8 millones, deberán desarrollarse en catorce meses.

Política Social enmarca esta actuación en su estrategia de “implantación de un nuevo modelo residencial de mayores”. El centro Torrente Ballester fue inaugurado en 1993 y cuenta con una superficie construida de 8.729 metros cuadrados en los que se alojan en la actualidad 96 personas. A pesar de que la consellería considera que el estado general del edificio es bueno, ve necesario efectuar una serie de modificaciones para mejorar la calidad de vida de los residentes.

La construcción de un jardín exterior es una de esas mejoras. Se instalará en lo que hoy es un patio limitado por unas gradas y que está separado del interior de la residencia por una gran cristalera. En este mismo lugar se creará una zona de estancia al aire libre dotada de cafetería mediante máquinas de vending y mesas y en la que también habrá un espacio protegido por un soportal. Su uso está dirigido a residentes y visitantes, por lo que será accesible para personas con problemas de movilidad.

Otra actuación que mejorará la vida de los residentes será la creación de zonas de convivencia en todas las plantas ocupadas por habitaciones de los usuarios, de forma que se favorezca la relación entre ellos. La reforma prevé también la reorganización de la entrada principal al edificio desde la vía pública, en la que se instalará además un porche, de forma que se garantice la accesibilidad universal de los peatones y que se facilite la orientación a los usuarios. A esto se unirá la remodelación de este espacio para permitir la llegada de los vehículos hasta el acceso a la residencia.

El proyecto incluye la reforma de la actual zona de enfermería y su entorno para crear un área medicalizada con un espacio para hospitalización y tratamientos en el lugar ocupado ahora por las instalaciones de terapia y el comedor de personas dependientes. En la cocina se eliminarán los problemas de circulación existentes y se ampliará su espacio mediante la eliminación de los forjados actuales y su sustitución por otros que permitirán que en la planta primera se trasladen las zonas de estar y el comedor.

Las obras también instalarán celosías en las fachadas acristaladas para controlar la luz solar y dar mayor privacidad a los usuarios, además de un sistema de aislamiento térmico en todas las fachadas. Las cubiertas serán adaptadas para la colocación de nuevos paneles solares y se sustituirán las carpinterías exteriores donde sea necesario para mejorar la eficiencia energética y el confort en el interior del edificio.

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