Resonac compra por 18,4 millones Alu Ibérica para ampliar su planta de Agrela, en A Coruña, “al límite de producción”

La multinacional japonesa espera acabar “en días” los trámites para adquirir la antigua Alcoa, de la que reservará parte para que Ignis construya una fábrica de hidrógeno

Instalaciones actuales de la multinacional japonesa Resonac en A Coruña.

Instalaciones actuales de la multinacional japonesa Resonac en A Coruña. / Arcay/Roller Agencia

Saliendo de la ciudad por la avenida de Arteixo de A Coruña, tras pasar Marineda y la tercera ronda, un coche deja a la derecha primero la fábrica de grafito para acerías de la multinacional japonesa Resonac (antes Showa Denko) y luego la planta cerrada de Alu Ibérica, la vieja Alcoa, en concurso de acreedores.  Pronto serán la misma propiedad: el juzgado acaba de dar el visto bueno a la compra de la mayor parte de la planta clausurada por parte de Resonac, a cambio de 18,4 millones, según informa la empresa. Aunque falta por acabar el periodo de alegaciones, fuentes de la compañía señalan que no tienen conocimiento de ninguna y que “es cuestión de días que sea firme” la compraventa. Esto les permitiría ampliar la fábrica actual, que está “bastante cerca del límite de producción”, alquilar parte de los terrenos a Ignis para una planta de hidrógeno y estudiar construir una nueva fábrica de grafito para baterías de coches eléctricos.

La adquisición cuadruplicará los terrenos de Resonac, cuya parcela actual figura en el catastro con algo más de 80.000 metros cuadrados frente a los más de 250.000 de Alu Ibérica, si bien unos 60.000 se cederán a Ignis. Fuentes de la multinacional japonesa indican que comprarán “la práctica totalidad de los terrenos e instalaciones”, incluyendo edificaciones y material (excepto un parque móvil), y que los trabajos de acondicionamiento empezarán “en los próximos meses”. Esto dará espacio para incrementar la producción, que, señalan fuentes de la empresa, en las instalaciones actuales, “se podría ampliar, pero disminuyendo la calidad, que es alta”. Aunque la expansión depende “de muchos factores, entre ellos la viabilidad económica”, desde Resonac afirman que “la idea es ampliar la fábrica actual”.

Mucho más verde está otro proyecto anunciado en febrero de 2022 por el ex presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y respaldado un año después por el actual, Alfonso Rueda, para la finca de Agrela. Se trata de la creación de una nueva planta de grafito, pero para baterías de coches eléctricos. Resonac señaló a este diario que estaba esperando a que el Gobierno sacase una convocatoria de los fondos europeos Perte para cofinanciarla: los responsables del diseño del proyecto, Arturo González y José Luis Pérez, señalaron a este diario que se preveía una inversión de 500 millones, con “150 empleados directos, 450 indirectos”.

Pero desde Resonac puntualizan que esta planta “todavía está en proyecto” y que se estudia “su viabilidad tanto técnica como económica”. La fabricación de grafito para baterías, señala la multinacional, requiere investigación, pues pretenden realizar todo el proceso de manufactura en las mismas instalaciones “en vez de que cada parte se haga de manera deslocalizada” y esto es un procedimiento novedoso. “No es como una cadena de producción en la que ya sabes cómo se hace, haces el edificio, instalas la maquinaria y empiezas a producir”, explican desde Resonac, y la compañía continúa con “pruebas piloto”.

El presidente y CEO en la región que engloba a España de Resonac, César Castiñeira, valoró positivamente “el impulso que esta operación va a significar tanto para nuestro grupo, que ha apostado desde el primer momento por nuestro país, como para Galicia”. “Nuestro objetivo”, afirma, “es extender nuestros valores y nuestra garantía de calidad, no solo en nuestro producto, sino también en el empleo que generamos, a la actividad que queremos desarrollar en los terrenos vecinos de Agrela”. Resonac, según informa Defensa, también le comprará a este ministerio una pequeña franja de unos 980 metros que se encuentra a lo largo del antiguo cierre del parque de automóviles de la ciudad, una finca que quedó dividida por la tercera ronda. Según un convenio entre el Concello y Defensa de 2009, estos terrenos ya estaban ocupados por la antecesora de Resonac en esta finca, SGL Carbón.

Proyecto anexo de Ignis

Resonac se hará con la titularidad de la finca, pero ha firmado un “contrato a largo plazo” con el grupo energético Ignis para cederle parte a cambio de una remuneración. La idea de Ignis, señalan fuentes de esta empresa, es crear dos proyectos “absolutamente” compatibles en la ciudad: una planta en Agrela para sintetizar hidrógeno con energías limpias, y otra en el puerto exterior de punta Langosteira que recibirá este elemento para sintetizar amoníaco, también “verde” en el sentido de que no consumirá combustibles fósiles. El hidrógeno no se emplearía en las instalaciones de Resonac, aunque esta empresa explica que “no se descarta” que sea así en un futuro.

Según afirman fuentes de Ignis, el envío de hidrógeno entre sus dos plantas se realizaría a través de conductos subterráneos, y la energía del proyecto, “autosuficiente y sostenible”, provendrá “de los parques de energía renovable que la empresa tiene fuera de Galicia”. Esto es “singular”, afirma Ignis, ya que es más frecuente que la energía gallega se emplee en proyectos industriales exteriores. De acuerdo con la documentación que la empresa entregó a la Xunta para la evaluación ambiental de su proyecto en Langosteira, la fábrica abriría en 2026 y ocuparía unos 124.000 metros portuarios.