Abril Camino | Escritora, presenta su última novela ‘Nuestro último verano en la isla’ el 26 en Santos Ochoa

“Tenemos una percepción errónea de que hablar de sentimientos nos hace débiles”

“Una relación de amor no es ni la mitad de compleja que una entre padres e hijos”

La escritora Abril Camino con su última novela, ‘Nuestro último verano en la isla’.   | // LAVANDEIRA JR / EFE

La escritora Abril Camino con su última novela, ‘Nuestro último verano en la isla’. | // LAVANDEIRA JR / EFE / Jacobo Caruncho

Con más de quince novelas a sus espaldas, la escritora coruñesa Abril Camino lanzó la pasada semana su último trabajo, Nuestro último verano en la isla, un retrato intergeneracional con acento gallego en el que por primera vez la autora recurre a su ciudad para crear uno de los escenarios de la trama. “Es una novela muy gallega, con mucha relación con el mar. Se ve a leguas que la protagonista y la autoras son gallegas”, confiesa Camino, que presenta el libro el próximo viernes 26 de enero en la librería Santos Ochoa (19.30 horas).

Ha comentado que este libro es muy especial para usted. ¿Qué tiene de especial?

Es una novela en la que llevaba trabajando muchísimo tiempo. La idea se me ocurrió hace casi ocho años y han pasado más de tres desde que la empecé a escribir. Es muy especial y hay quizás más nervios que en otras ocasiones.

¿Por qué ha tardado tanto en publicarla?

Cuando se me ocurrió la idea tenía claro lo que quería escribir y creo que por suerte también tuve claro que en ese momento no estaba del todo preparada. Me faltaba mucho para aprender, para saber llevar bien esta historia. Tuve el buen acierto de dejar esta historia en barbecho un tiempo. Finalmente me puse con ella en 2020 y hasta hoy. Mi carrera iba por otros derroteros, ha tardado un poco en encontrar su lugar. Pero más feliz no puedo estar.

En una parte de esta novela viaja al pasado, a los últimos años de la dictadura. ¿Cómo se informó sobre esos años?

Los protagonistas de la historia del pasado son más o menos de la edad de mi madre y tuve un poco la documentación en casa. A parte de leer mucho, de ambientarme con otras lecturas, tiré mucho de conversaciones con mi madre sobre su época de adolescente. Hubo trabajo para meterme en la piel de los personajes para que fuese coherente, para no ver a un personaje en el año 75 hablando como hablamos nosotros hoy.

En su novela cobra un protagonismo importante el papel que juegan los padres sobre los hijos.

Es una novela fundamentalmente de padres e hijos. Hay una historia de amor también, pero no es ni la mitad de la mitad de compleja de lo que lo son las relaciones entre padres e hijos. Las relaciones entre generaciones suelen ser casi siempre complicadas. Hay una crítica, una revisión a todas las generaciones, de lo bueno y de lo malo de ambas.

A veces una mala acción o una decisión puede determinar mucho a un hijo. ¿Cree que se habla lo suficiente de este tema?

Es un tema que sobre todo a los padres les resulta doloroso. Yo tengo una relación maravillosa con mi madre pero es verdad que a veces si critico algo de lo que se hacía en su generación en la relación entre padres e hijos muchas veces los padres se lo toman como algo personal. Y es normal, lo entiendo. Pero hay un poco de tabú, a mucha gente le cuesta decir que cree que sus padres se equivocaron o lo contrario, hijos excesivamente críticos.

En la novela también hay una parte más romántica. ¿Es el terreno en el que se siente más cómoda?

Es lo que escribí durante muchos años. Ahora ya llevaba un tiempo algo apartada. Mis dos novelas más diferentes son las últimas. Me gusta hablar sobre sentimientos, no necesariamente románticos, sobre cuánto pueden influir las emociones en nuestro día a día.

¿Es más fácil escribir sobre sentimientos que hablar sobre ellos?

Para mí no, yo lo hablo todo, soy muy abierta. Pero creo que sí, que hablar de sentimientos nos sigue costando mucho como sociedad. Tenemos una percepción errónea de que hablar de sentimientos nos hace débiles.

En esta novela hay una parte ambientada en A Coruña. ¿Qué aporta la ciudad?

La novela transcurre en una isla ficticia del cantábrico gallego, una especie de trasunto que yo necesité hacer de mi pueblo, Foz, en el que está basada toda la ambientación. Ella es de A Coruña y ha veraneado toda su vida en la isla. Ha sido un viaje muy personal. Madrid o Londres son escenarios que me pueden encantar, pero no son míos, no es mi casa. Aquí los protagonistas van a tomar algo al bar al que voy yo todos los días, pasean por las calles en las que yo me he criado. Tiene un punto muy especial. Es una novela muy gallega, con mucha relación con el mar. Se ve a leguas que la protagonista y la autoras son gallegas.

¿Lleva más de 15 novelas publicadas. ¿Es fácil mantenerse?

Fácil no, pero posible sí. Tuve la suerte de empezar a escribir en un momento en el que la autopublicación era una opción fantástica a nivel profesional porque te permitía vivir de ello. Estuve así muchos años y después llegó la oportunidad de publicar con editorial. Salvo que seas un Ken Follet, que entonces ya no tienes que preocuparte de nada en toda tu vida, esto va libro a libro. Yo he conseguido vivir de escribir hoy. A lo mejor, si este libro no se vende o el siguiente tampoco, tengo que irme a Infojobs a buscarme la vida.

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