El dueño de una multinacional tecnológica de Oleiros, propietario del 50% del edificio Citröen

Tiene una hipoteca sobre otro 25% del inmueble, cuya propiedad está en manos de la familia del antiguo poseedor

El bloque forma parte del catálogo municipal de bienes protegidos

Exterior del edificio Citröen, en el cruce de la ronda de Outeiro con la avenida de Oza. |   // CARLOS PARDELLAS

Exterior del edificio Citröen, en el cruce de la ronda de Outeiro con la avenida de Oza. | // CARLOS PARDELLAS / E. Carballo / A. Rodríguez

La mitad del histórico edificio del cruce de la ronda de Outeiro con la avenida de Oza, construido en 1966 y sede durante décadas del concesionario de Citröen, es propiedad de la empresa oleirense Asteriscos Patrimonial. La compañía, una sociedad unipersonal del empresario Luis Miguel Fontal, es la matriz de un grupo al que pertenece la multinacional tecnológica Disashop, de la que Asteriscos tiene el 93,5% de las participaciones. La otra mitad de la propiedad del edificio Citröen, incluido en el catálogo municipal de inmuebles protegidos, se reparte entre personas ligadas a la familia del propietario original, pero varias de las participaciones, que suman otro 25%, están hipotecadas por Asteriscos. Así, Asteriscos tiene intereses en las tres cuartas partes de la propiedad.

Fontal adquirió participaciones en el edificio cuando este llevaba casi una década cerrado, y después de que los dueños tratasen de derribarlo. La compañía que gestionaba el edificio Citröen llevaba el nombre de su propietario original, Luis Rodríguez Amado, y echó el cierre en 2012 tras entrar en concurso de acreedores, con la idea de poner en venta la propiedad, si bien esta estaba repartida. El Juzgado de Instrucción nº 8 de la ciudad sacó a subasta una cuarta parte por 4,2 millones, para saldar deudas de la compañía original, aunque el proceso se interrumpió en 2017 por alegaciones de dos propietarios. Volvió a salir a subasta en 2019, aunque esta quedó desierta.

En paralelo, los propietarios plantearon la demolición del edificio, que les concedió el Gobierno local del Partido Popular en 2013. En aquel momento podía solicitarse, libremente: el edificio había sido incluido en 2012 en una versión inicial del listado de inmuebles protegidos del Concello, pero se retiró tras una alegación de los dueños.

Pero estos dejaron pasar tres años sin ejecutar el derribo, con lo que la licencia caducó. Cuando los propietarios volvieron a solicitarla, no obtuvieron permiso explícito del Ejecutivo municipal, entonces ocupado por Marea Atlántica, que se oponía al derribo. Acudieron al juzgado, que entendió que los propietarios tenían derecho a tirarlo por silencio administrativo, pero el Gobierno local recurrió, al tiempo que iniciaba un procedimiento para proteger el edificio. En 2019 el PSOE llegó a la Alcaldía, y dos años después incluyó el antiguo concesionario en el catálogo municipal de edificios protegidos, con el apoyo de todos los grupos excepto el Partido Popular, que se abstuvo.

Fue en esta época cuando Asteriscos Patrimonial entró en la propiedad del edificio. De acuerdo con información del Registro de la Propiedad, la empresa que gestionaba el concesionario no posee ninguna participación el inmueble, y Asteriscos compró el 25% en abril de 2021. En julio de 2022 adquirió otro 25%, posiblemente el que el juzgado había sacado a subasta, por adjudicación judicial.

Otro 25% de la propiedad pertenece a un particular, y el último cuarto se reparte entre otras tres personas físicas, que tienen, conjuntamente, una hipoteca constituida en 2004 para garantizar la devolución de un préstamo. Desde entonces sufrió varias modificaciones, y en noviembre de 2021, de acuerdo con el Registro de la Propiedad, fue “cedida a la actual titular”. En la documentación a la que ha tenido acceso a este diario no figura si hay un banco que la concedió originalmente, pero sí que actualmente está “a favor de Asteriscos Patrimonial”. Una de las participaciones sobre las que pesa esta hipoteca tiene también otra hipoteca y un embargo de Hacienda del Estado para garantizar el pago de un importe pendiente.

Patrimonio millonario

Asteriscos se constituyó en el año 2000 en Oleiros como Invermob Coruña, y es una sociedad limitada unipersonal: esto es, tiene un único socio, Fontal, que también es el administrador único. De acuerdo con su memoria de 2022, cuenta entre sus objetivos sociales la adquisición y tenencia de “toda clase de bienes inmuebles” y en 2016 fue la beneficiaria de la escisión de la rama inmobiliaria de Disashop.

Así, mantiene una cartera de bienes inmuebles, y también tiene entre sus inversiones “más relevantes” participaciones en la empresa británica PayPoint, que cotiza en la Bolsa de Londres. Ofrece un sistema de pago de facturas en Reino Unido, Irlanda y Rumanía. En la comarca coruñesa, participó como promotora en la ampliación del área empresarial y residencial de Icaria IV, en Oleiros. La empresa de Fontán es también “cabecera” de otras compañías y tiene un activo de algo más de 184 millones de euros, en su mayoría en “inversiones empresas del grupo y asociadas a largo plazo”. El año anterior era de algo menos de 157 millones.

En cuanto a Disashop, también radicada en Oleiros, tiene entre sus objetivos la distribución electrónica y física de productos, y el desarrollo de programas informáticos relacionados con la distribución. En términos más concretos, ofrece servicios como recarga de teléfonos móviles o tarjetas SIM y medios de pago electrónico, y en su perfil de Linkedin afirma tener más de 27.000 puntos de pago en varios países. Sus cuentas de 2022 muestran un activo de cerca de 79 millones de euros, una subida de algo más de 9 millones en relación al año anterior, y una facturación de cerca de 234 millones, que la sitúa entre las compañías con más cifra de negocios de la comarca.

La principal propietaria de Disashop es Asteriscos, con más de nueve de cada diez acciones a cierre de 2022, y el administrador único es también Luis Miguel Fontal. A finales de 2022 contaba con 136 empleados, y el grupo posee otras sociedades radicadas en Estados Unidos, Ecuador, República Dominicana y Portugal.

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