¿El final del Deportivo Liceo?

El patrocinio, de diciembre de 2018, caduca este mes | De momento no está sobre la mesa su renovación

Dava Torres, en 2019, con la camiseta blanquiazul del Deportivo Liceo. |  // CASTELEIRO/ROLLER AGENCIA

Dava Torres, en 2019, con la camiseta blanquiazul del Deportivo Liceo. | // CASTELEIRO/ROLLER AGENCIA / María Varela

Junio de 2023 es la fecha de caducidad del acuerdo de patrocinio entre el Deportivo y el Liceo, firmado en diciembre de 2018, y de momento, no hay indicios de su renovación. En el club de hockey sobre patines miran hacia los últimos movimientos en la plaza Pontevedra. A que se concreten los cambios. El patrocinio blanquiazul incluía el nombre, los colores —que ya no se mantuvieron ni esta temporada ni la anterior, con la primera equipación verdiblanca y la segunda, negra—, cesión de infraestructuras y una contrapartida económica.

Pero la situación es compleja. Primero por el propio contexto en el que se encuentra el Dépor, que sufrió una revolución con el adiós en bloque del consejo de administración solo una semana después de que el proyecto deportivo no pudiese cumplir con el objetivo del ascenso, lo que dejó al conjunto blanquiazul por cuarto año en Primera RFEF. Eso deja al Liceo a la espera de próximos movimientos en el club, por lo menos hasta saber quién será su próximo interlocutor.

Y también la realidad del Deportivo en el momento de la firma del convenio era muy diferente a la actual. En aquel momento estaba en Segunda, todavía en el fútbol profesional. Incluso al final de aquella temporada, la 2018-19, se quedó a las puertas de regresar a Primera, categoría de la que le separaron los mismos centímetros que iban desde el balón hasta el poste de la portería en el cabezazo de Pablo Marí en los últimos minutos de la final por el ascenso en Mallorca. Y pasó de eso a la caída a Primera RFEF al año siguiente, también con cambios en la presidencia por la que pasaron Zas, Armenteros, Vidal y Antonio Couceiro.

Entre la pandemia y la pérdida de categoría, el Deportivo, según el presupuesto y el balance de cuentas presentado por el Liceo a sus socios en la última asamblea, dejó sin ingresar 50.000 euros el primer año, 40.000 el segundo, un total de 90.000 euros. Según fuentes del club blanquiazul, en el contrato de patrocinio las cantidades a ingresar estaban pactadas según si el club estaba en Primera o en Segunda División, pero no estaba contemplado en el caso de 1ª RFEF y aun así, el primero año pagó como si estuviera en Segunda, el segundo un 50% de esa cantidad y el tercero, un 20%. La caída de Vueling así como la bajada de ingresos institucionales suponen otros de los motivos principales de la delicada situación económica del Liceo, aunque el club confía en sanear las cuentas el próximo año.