Polideportivo

Ellas y un fin de semana de Copa

El HC Coruña y el CRAT apuntan a dos títulos y todavía aspiran a otros dos este curso

Mar Francí, Mariana Romero, María Vega, Ariadna Escalas, Iciar Pozo y Alba Garrote, jugadoras del HC Coruña y el CRAT.

Mar Francí, Mariana Romero, María Vega, Ariadna Escalas, Iciar Pozo y Alba Garrote, jugadoras del HC Coruña y el CRAT. / Casteleiro/Roller Agencia

El deporte coruñés puede terminar la semana con dos títulos más en su palmarés, que son a los que aspiran el HC Coruña, que mañana arranca en Vilafranca su aventura en la Copa de la Reina de hockey sobre patines con el duelo de cuartos de final frente al Vila-sana; y el CRAT Rialta, que el domingo se mide en Alcobendas al Majadahonda en la final de la Copa RFER de rugby. Y no será la única oportunidad de la temporada tanto para unas como para otras. Porque dentro de una semana el Palacio de los Deportes de Riazor será el escenario de la final a cuatro de la Champions en la que las coruñesas se enfrentan al Fraga por un puesto en la final. Y porque las de Arquitectura tendrán en mayo la lucha por la Liga Iberdrola, en la que ya están en semifinales.

Pimi e Ichi, del CRAT, levantan a Mar Francí, del HC Coruña, con Mariana Romero a la izquierda y Ariadna Escalas y Alba Garrote a la derecha de la 'touch'.

Pimi e Ichi, del CRAT, levantan a Mar Francí, del HC Coruña, con Mariana Romero a la izquierda y Ariadna Escalas y Alba Garrote a la derecha de la 'touch'. / Casteleiro/Roller Agencia

“Sabemos que tanto este fin de semana como el que viene van a ser súper intensos, va a ser muy difícil porque jugaremos contra equipos que en la tabla están por encima. Pero lo afrontamos con mucha ilusión y muchas ganas porque sabemos que podemos llegar hasta el final. Vamos con ganas, con mucho trabajo detrás y a tope”, comenta Alba Garrote, la goleadora del HC Coruña. “La Copa es el premio de la primera vuelta. Es cierto que ya ha pasado mucho tiempo desde que nos clasificamos y la segunda vuelta no nos ha salido tan bien, pero hubo un punto de inflexión hace unas semanas tras nuestra derrota contra Las Rozas y desde ahí empezamos a subir. Llegamos con muy buenas sensaciones, con el equipo en buena forma y preparadas para comernos a quien haga falta”, afirma Ariadna Escalas, la portera. “El Vila-sana es un equipo de mucho nivel en cuanto a las jugadoras individualmente”, analiza sobre el rival Mar Francí, “será complicado pero hace dos años mis compañeras —en la era Liceo— ya les ganaron en los penaltis en cuartos y esperamos repetirlo”.

En el CRAT también hay buenas sensaciones. Ganaron y perdieron contra el Majadahonda este mismo curso y les sirve de aliciente. “Tenemos una gran rivalidad. Ellas nos quitaron el primer puesto en la segunda vuelta y esta final va a ser un tú a tú para la Liga, que es nuestro gran objetivo”, explica la capitana Mariana Romero. Las de Arquitectura tuvieron un pequeño bache después de perder contra El Salvador del que ya están recuperadas. “Fue un partido con unas condiciones horribles por el frío. Nos sirvió para vernos en esa situación y ver que la realidad nos iba a obligar exigirnos un poco más para luchar por los títulos”, dice María Vega, Pimi, mientras que Iciar Pozo (Ichi) cree que ese partido fue el mejor entrenamiento pensando en Majadahonda: “Seguramente nos va a ofrecer muchas persecuciones de patada que vamos a tener que saber cómo contraatacar y nosotras, que nos gusta el juego de mano, centrarnos en nuestras continuidades que son muy buenas”.

Compañeras en éxitos y dificultades

Las jugadoras del HC Coruña y el CRAT apuntan las respectivas fechas. Han hecho alguna jornada de convivencia entre ellas esta temporada. Este fin de semana no se podrán animar mutuamente, solo en la distancia. Pero no faltarán a las otras citas. Sororidad en el deporte local. Porque ambos han pasado por situaciones parecidas y al final, las dificultades unen. Sus peticiones pasan por más apoyo del público para llenar los estadios y también de empresas que inviertan en ellas. “Es muy importante tener a tu gente detrás. A Coruña tiene equipos en la máxima categoría. Lo estamos dando todo. Somos de las favoritas. Y nos cuesta llenar Elviña”, se queja Romero. “Partimos, además, de la desventaja de que no somos profesionales y algunas de nuestras rivales, sí. Nosotras estudiamos, trabajamos, llegamos a entrenar, tenemos que ir al gimnasio.... Los patrocinadores podrían creer más en nosotras”, apunta Pimi.

“Nuestra situación es un poco similar porque hay unos equipos que están profesionalizados. Las jugadoras se pueden dedicar solo a hockey y tienen más tiempo de gimnasio, de descanso y mejores horas de entreno. Nosotras llegamos a casa a las once de la noche y algunas se levantan a las seis de la mañana, llegas al fin de semana con mucho cansancio acumulado y, a pesar de todo, hemos sido capaces de plantarnos en una final a cuatro”, desvela Escalas y Garrote opina que, a pesar de las dificultades económicas de un club nuevo, sus condiciones han mejorado mucho: “En el Liceo éramos la última mierda. Hay un cambio abismal”.

En ese sentido Romero puntualiza que ellas siempre se han sentido “consentidas” por el CRAT, aunque haya cosas que se puedan mejorar. “Los viajes de la segunda vuelta, yendo y viniendo en el mismo día, nos pasaron factura”, dice. Una realidad del deporte femenino que hay que cambiar. Que todos lo hagan mal, no significa que haya que repetirlo. “En el momento que un club empiece a cambiar, lo hará el resto”, cree Francí. “Ya ha pasado en hockey. Llegó un club, el Fraga, y empezó a pagar. Y otros clubes empezaron a pagar a sus jugadoras para que no se marcharan”, recuerda Escalas, “es un efecto dominó”.

Las jugadoras se despiden, convencidas de que volverán a verse como campeonas. “Yo no voy a Madrid con otro pensamiento que no sea el de pasarle por encima a Majadahonda”, dice Pimi. “Ni yo a Cataluña pensando que pierdo el jueves”, responde Garrote. “¡Viva la gente humilde del CRAT!”, bromea Ichi. “Y el poder de la amistad, ya que dinero no tenemos...”, concluye Escalas. Con la ayuda de los ajos, el coco/calabaza y Santa Gema, pero sobre todo con su gran trabajo, esperan celebrar este fin de semana sus Copas.

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