El Concello pide a los dueños del edificio de Olmos que dejen pasar a sus técnicos el 27 para analizar los murales de Lugrís

El Ayuntamiento sancionó en dos ocasiones a la propiedad por el estado del edificio y dictó orden de saneamiento de la fachada | Están obligados a facilitar la entrada ya que los frescos son bienes catalogados

El Ayuntamiento ha solicitado a los propietarios de los números 25 y 27 de la calle Olmos que permita el 27 de enero la entrada a los técnicos municipales para que examinen el estado en el que se encuentran los murales que Urbano Lugrís pintó en el antiguo restaurante Fornos.

El Concello ha mandado la solicitud, pero no ha sido contestada, de modo que esa visita podría no darse. La propiedad tiene la obligación de facilitar el acceso, ya que los murales están catalogados.

El día 4 de enero, según explicó ayer, la concejala de Participación, Yoya Neira, en respuesta a Rodrigo Osorio, representante de la asociación O Mural, que participó en el Escano Cidadán, los dueños del inmueble enviaron al Concello unas imágenes a color en las que “se acredita el deber de conservación” de los murales, después de que este diario publicase que O Mural había solicitado a la Xunta que declarase Bien de Interés Cultural (BIC) las pinturas y de que alertase de que podrían estar en peligro, toda vez que el edificio se encontraba en estado de abandono, ya que a finales de noviembre incluso se habían desprendido cascotes de su fachada.

Neira informó también de que el Concello había puesto ya el foco en el mal estado del inmueble en marzo de 2021, cuando le requirió a la propiedad que interviniese para frenar su deterioro, pero no recibió respuesta, por lo que, en diciembre de 2021, según relató Neira, se abrió un expediente sancionador de carácter económico. Tampoco el segundo requerimiento tuvo respuesta, por lo que la propiedad fue sancionada en dos ocasiones por el abandono del edificio —no en relación específicamente con el mantenimiento de los murales de Lugrís—. En noviembre, tras la caída de los cascotes, el Concello emitió una orden de saneamiento inmediato de la fachada.

Para comprobar que estas pinturas están en buen estado, el Concello ha solicitado a la propiedad —una sociedad mercantil cuyos propietarios viven en el extranjero y a quienes representa un abogado de Santiago— que deje entrar a sus técnicos el 27 de enero, para que hagan su propio informe sobre la conservación de las obras. La Xunta, en declaraciones a este diario, aseguró que analizaría las fotos aportadas por la propiedad al Concello.

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