Lage incrementa su poder en el Gobierno local de A Coruña al coordinar cuatro concejalías y negociar el futuro de los muelles

Será el primer teniente de alcaldesa, al que se suman Yoya Neira y Gonzalo Castro, quienes también dirigirán la actividad de departamentos de otros ediles | Díaz Gallego mantiene Urbanismo y Movilidad pasa a Nereida Canosa

La extraordinaria concentración de poder en manos de José Manuel Lage es el aspecto más relevante del nuevo Gobierno local de A Coruña anunciado este lunes por la alcaldesa, Inés Rey, después de haber tomado posesión de su cargo el pasado sábado. A la gestión directa de los departamentos de Economía y Hacienda —con los que se encargará de la elaboración del presupuesto y el control de la contratación municipal—, Lage sumará la portavocía del Gobierno, la primera tenencia de Alcaldía —por lo que sustituirá a Rey en su ausencia— y la responsabilidad del área de Planificación Urbana, desde la que dirigirá la postura del Concello en torno al futuro de los muelles.

Pero su tarea no se limita a esas funciones, ya que además será el coordinador de un área denominada Economía y Planificación Urbana en la que se incluyen otras cuatro concejalías que son además de las más relevantes por su trascendencia y por la cuantía de sus presupuestos. Una de ellas será Urbanismo, Rehabilitación, Vivienda y Edificación, que estará en manos de Francisco Dinís Díaz Gallego, al frente de estos mismos departamentos desde que en 2022 dimitiera su antecesor, Juan Díaz Villoslada.

El aumento en dos concejales del grupo socialista con respecto al anterior mandato permite a Rey repartir de un modo más holgado las responsabilidades, por lo que otro de los grandes departamentos, Movilidad, se desgaja de Urbanismo para formar parte de una concejalía en la que Nereida Canosa también dirigirá la Innovación Tecnológica, Infraestructuras y la actividad municipal en relación con la Agencia Española de Supervisión de la Inteligencia Artificial (Aesia) y la Ciudad de las TIC.

Este departamento estará bajo la supervisión de Lage, que también coordinará otros dos departamentos: Medio Ambiente, Gestión de Residuos y Limpieza, que asume la debutante Noemí Díaz; e Interior, Atención Ciudadana, Seguridad Ciudadana y Tráfico, que pasa a la también recién llegada Montserrat Paz, hasta ahora jefa de servicio de Seguridad Ciudadana, un cargo en el que, tras el recurso de dos aspirantes, la Justicia ordenó retrotraer su designación al momento del nombramiento para que el Gobierno local lo hiciese suficientemente motivado.

Yoya Neira, estrecha colaboradora de Rey desde que era aspirante a la candidatura a la Alcaldía en la Agrupación Socialista Coruñesa, será la segunda teniente de alcaldesa y mantendrá la concejalía de Bienestar Social, Igualdad y Participación que ocupó en el pasado mandato.

Nuevo organigrama del Gobierno local de A Coruña 2023

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También coordinará la labor que desarrolle Juan Ignacio Borrego al frente de Educación y Empleo, tras haberse encargado hasta ahora de Turismo y Seguridad Ciudadana y, anteriormente, de Deportes. Pese a la trascendencia que tuvo hace cuatro años su apoyo a Inés Rey en las primarias socialistas, en las que fue uno de los candidatos iniciales, con el paso del tiempo ha ido perdiendo relevancia en el Gobierno local, en el que fue incluso el primer teniente de alcaldesa.

Gonzalo Castro, primero jefe de gabinete de Rey y luego coordinador general del Concello, será otro de los pilares del nuevo Gobierno local. Su responsabilidad directa será la concejalía de Cultura, hasta el momento gestionada por la alcaldesa tras los vaivenes ocurridos durante el pasado mandato. Desde ese departamento, que también gestionará Memoria Histórica y Normalización Lingüística, se encargará de programar las fiestas y acontecimientos culturales.

Pero además ejercerá la tutela sobre la concejalía de Deportes, de la que será titular Manuel Vázquez gracias a su experiencia en este campo. También estará a su cargo Diana Sobral, que gestionará Comercio, Mercados, Hostelería y Relaciones Institucionales Sobral se había responsabilizado de las dos primeras áreas en el pasado mandato, además de la relación con el movimiento vecinal, que ahora será competencia directa de la alcaldesa, además de la gestión de los proyectos europeos y la relación con otras administraciones.

La alcaldesa justificó la elección de esta estructura del Gobierno local por su decisión de basar la “segunda modernización de la ciudad” que pretende llevar a cabo mediante la dinamización económica y planificación urbana, la protección social y la proyección de la ciudad, cada una de las cuales estará a cargo de una tenencia de Alcaldía.

Rey mencionó además entre las prioridades del nuevo Ejecutivo municipal la convocatoria del pleno en el que se aprobarán las cuestiones referidas a la organización de la actividad del Concello durante el mandato que acaba de comenzar. Para ello, anunció que este martes iniciará las conversaciones con el resto de grupos políticos, en especial con el BNG, según destacó, para acordar asuntos como los concejales que contarán con dedicación profesional exclusiva o parcial a la labor municipal.

También se establecerá en esa sesión quiénes serán los portavoces de cada grupo, el día del mes y la hora a la que se celebrarán los plenos, las comisiones de trabajo que se crearán y los asesores de que dispondrá tanto el Gobierno local como los grupos políticos. Inés Rey evitó confirmar este lunes si en este mandato existirá un coordinador general del Concello, ya que consideró que es un asunto que se abordará al decidir la futura organización municipal. La primera persona que ocupó ese cargo en el pasado mandato, Santiago Roura, dimitió en 2022 para ser secretario general técnico del Ministerio de Educación.

Reacciones de la oposición

El anuncio de las responsabilidades que se asignan a los integrantes del Gobierno local llevó al Partido Popular a considerar que “adolece del mismo defecto del anterior”, que en su opinión es “la concentración del poder en un núcleo muy reducido de personas”. Los populares entienden que esta circunstancia hizo que los socialistas perdieran votos en las pasadas elecciones municipales y destacan la eliminación de la concejalía de Barrios por la inexistencia de un edil dedicado a atender reclamaciones de las asociaciones vecinales, aunque la alcaldesa será quien asuma esa tarea.

El PP estima además como llamativa la pérdida de competencias por parte de Francisco Díaz Gallego, ya que deja de gestionar Infraestructuras y Movilidad, y lo atribuye al “aluvión de críticas ciudadanas por sus actuaciones sin consenso ni diálogo”.

También el portavoz del BNG, Francisco Jorquera, aludió a la “crítica generalizada” durante el pasado mandato a la “concentración de poder en muy pocas personas” por parte del Gobierno local, en el que dijo que existía “un núcleo duro que todo lo controlaba”. Según Jorquera, este modelo de actuación generaba “lentitud y muchos problemas en la gestión municipal del día a día” que llegó incluso a que se hicieran públicas las diferencias existentes entre los miembros del Ejecutivo local.

El jefe de filas de los nacionalistas recordó que hubo concejales socialistas que se quejaron de “ser tratados como comparsas” y de que sus proyectos eran “sistemáticamente bloqueados”, a pesar de lo cual consideró que la estructura del nuevo Gobierno “reproduce el esquema del anterior mandato”.

Los salarios municipales “no preocupan a la gente”

Los salarios que recibirán los miembros de la Corporación coruñesa en este mandato “en poco o nada preocupan a la gente”, manifestó la alcaldesa, Inés Rey, cuando se le preguntó por la polémica surgida hace cuatro años al aprobarse una subida de entre el 32% y el 42% sobre los fijados durante el Gobierno local de Marea Atlántica. Rey consideró un logro la desaparición de lo que calificó de “debates estériles” y “sumamente demagógicos” sobre esta cuestión y dijo que tampoco están en el Concello “aquellos que introdujeron esos debates”, en alusión a la ausencia de la Corporación de Marea Atlántica.

El aumento decidido en 2019 por el PSOE sobre los salarios llevó a Marea a pedir que se votase de forma separada del resto de asuntos sobre la organización municipal, lo que fue rechazado por la alcaldesa. Con ese acuerdo, Rey pasó a percibir casi 70.000 euros brutos al año, frente a los 40.000 que cobró su antecesor, Xulio Ferreiro. Otros ocho ediles del Gobierno local, dos del PP y el portavoz del BNG recibieron 59.582 euros por disfrutar de dedicación exclusiva.

“Claro que hay concentración de poder en el alcalde o la alcaldesa”, replicó Inés Rey en respuesta a una pregunta sobre la atribución de numerosas responsabilidades a algunos concejales. Según ella, las corporaciones locales tienen el “sistema más presidencialista” porque todas las competencias son del regidor o regidora, que puede delegarlas en el resto de concejales del Gobierno local, como sucede de forma habitual