CRÍTICA MUSICAL

El súper poder del anillo

Marcos Seoane Vilariño

Marcos Seoane Vilariño

  • Crónica musical del concierto del violonchelista Santiago Cañón-Valencia el viernes 10 de noviembre de 2023 en la iglesia de las Capuchinas dentro del ciclo Noites da Cidade Vella
  • Obras de Bach, P. de León, Albéniz, Tárrega y S. Cañón-Valencia

Que Santiago Cañón-Valencia rompe el paradigma que el público tiene del "rollo de la música clásica" es evidente. Ya sea por su cercanía y humildad o por su inconfundible estilo alejado del estricto frac, que parece que también han abandonado nuestros músicos de la OSG, los anillos que luce en ambas manos y que en un principio llaman la atención, creo le otorgan un súper poder a los mandos de un violonchelo al alcance de pocos. Es reconocido en el mundillo internacional chelístico como "técnicamente impecable" y cualquiera que se acercara a escucharlo en la abarrotada iglesia de las Capuchinas dio buena cuenta de ello.

Fue una propuesta musical de una hora sin descanso, ya casi un formato habitual en nuestra ciudad desde el COVID para eventos de música de cámara o pequeño formato, y que uno agradece porque personalmente odio los conciertos chapa; creo que, en general, el público perdido en su momento por este tipo de conciertos podría recuperarse con formatos de este tipo. Concierto de los que crean afición, multitud de chelistas, profesores de muchos conservatorios de Galicia que con su sola presencia elevaban el suflé de la relevancia de la programación de un artista que, visto lo visto, va a tener muy pocas fechas libres en su agenda anual a lo largo de su incipiente carrera.

Con música desde Bach hasta nuestros días, compuesta por el propio intérprete, Santiago, con una aparente facilidad fruto del trabajo y más trabajo, nos mostró lo que puede hacer con un chelo, y las posibilidades que un chelo puede tener con un artista de esta talla. Emoción y garra poderosa en su sonido, sin excentricidades posturales ni impostaciones absurdas. El chelo vibraba porque cada nota era proyectada para producir, ya fuese una resonante nota grave en eco sobre la que construir una melodía, o armónicos dobles semejando un dúo, un sonido bello que no quieres dejar de oír. Todo fue una lección de música, de conocimiento, de dominio, en la que el intérprete dotó al chelo de vida propia, pasando a un segundo plano la persona. Cañón-Valencia tiene un súper poder, tocar el alma, y bien que lo hizo en su bis El cant dels ocells.