La Universidade de A Coruña fusionará dos proyectos en un solo edificio de la Ciudad de las TIC

El desequilibrio presupuestario con el que la Universidade da Coruña terminó el año pasado la obligará a adoptar medidas para reducir el gasto y a posponer la elaboración de las cuentas de 2024. El desajuste, cuya cuantía todavía no ha sido determinada pero se considera “no demasiado importante”, fue atribuido por el rector, Ricardo Cao, durante el Claustro celebrado ayer a la “insuficiencia de los fondos estructurales para cubrir el gasto estructural” y recordó que los anteriores equipos rectorales y él mismo durante la reciente campaña electoral habían mencionado la existencia de este problema, que parte de la aportación económica que realiza la Xunta.

Financiación y relevo generacional, los ejes de la candidatura a rector de Ricardo Cao

El vicerrector de Economía e Planificación Estratéxica, Ángel Fernández, afirmó que, tras introducir la corrección por la inflación, el presupuesto del año pasado fue inferior en un 5% al de 2009. Ese dato y la consideración de que la financiación estructural —que cubre los gastos de personal, los corrientes, las inversiones reales y la investigación estructural— es insuficiente, hacen que el rectorado ponga en marcha una serie de medidas de contención del gasto corriente, que durante el año pasado ya fue “fortísima” y alcanzó el 38%, aunque se mantendrá la inversión en la contratación de personal y se intentará captar más fondos no finalistas.

“Estamos en una situación en la que es muy complicado en este momento hacer unos presupuestos equilibrados”, señaló Cao sobre la decisión de mantener prorrogadas las cuentas del año pasado hasta que se estabilicen las finanzas de la institución. Los datos aportados por el rectorado reflejan que en 2023 la Universidade recibió 75,5 millones en fondos estructurales, así como que no recibió un complemento de casi un millón que esperaba conseguir para afrontar las subidas de salarios. Frente a los 116 millones que estaban presupuestados como ingresos, finalmente se ingresaron 114,6 millones, lo que supone un desajuste de 1,4 millones. Pero fuentes universitarias señalan que el cambio de la plataforma de contabilidad empleada hasta el momento impide hasta ahora cerrar la liquidación presupuestaria del año pasado.

Entre las medidas de ahorro que se aplicarán está la inclusión en un solo edificio de la Ciudad de las TIC de la incubadora de empresas y del segunda sede del Centro de Investigación en Tecnologías de la Información y la Comunicación (Citic), que inicialmente iban a ocupar inmuebles diferentes. El director de la Ciudad de las TIC, Alfonso Martínez, explicó a este periódico que esta iniciativa ya había sido prevista, hasta el punto de que ya se había estudiado la posibilidad de situar la incubadora en el Citic hasta que dispusiera de una sede propia, por lo que no supone una “sorpresa”.

También indicó que esta situación podrá variar en el futuro y que no condicionará el desarrollo de ambos proyectos. El edificio que los albergará se situará en una nave situada junto al Centro de Servicios Avanzados que tendrá que ser rehabilitada.

En el Claustro se aprobó la creación de un equipo de trabajo para adaptar los estatutos de la Universidade a la Ley Orgánica del Sistema Universitario y la apertura de un proceso participativo sobre esta reforma. También se informó que el curso pasado se matricularon 17.304 personas en los 23 centros de la institución, de las que 13.746 fueron para estudiar grados, 1.260 para hacer doctorados y 2.298 para másteres. La investigación captó 14,7 millones de euros y formalizó 248 contratos por 5,98 millones. Se presentaron 16 patentes y 20 registros de programas informáticos, además de dos nuevas empresas generadas por la actividad universitaria.

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