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2-2 | Otra vez un Roca que frustra al Liceo

Nil con un gol impidió el triunfo europeo el jueves frente al Benfica y su gemelo Blai ganar al Noia con sus paradas

Álex Rodríguez cae frente a Blai Roca en el partido entre el Liceo y el Noia. |  // VÍCTOR ECHAVE

Álex Rodríguez cae frente a Blai Roca en el partido entre el Liceo y el Noia. | // VÍCTOR ECHAVE / María Varela

Si el jueves fue Nil Roca el que con un gol final evitó la fiesta europea del Liceo contra el Benfica, ayer fue su hermano gemelo, Blai Roca, el que frustró con sus paradas a los verdiblancos, que empataron frente a un Noia que se empleó con dureza en defensa —milagrosamente acabó con solo nueve faltas—, y que maximizó sus ocasiones. Un punto para los coruñeses, que no es malo en la lucha por la segunda plaza. Mantienen a los de Sant Sadurní a seis puntos mientras que Calafell y Reus pueden ponerse hoy a cuatro, con la visita a los segundos ya la próxima semana.

Quién diría que hacía menos de 48 horas que el Liceo había jugado un partido de máxima exigencia contra el Benfica. También el Noia, que a su vez arañó un punto frente al Porto (0-0). Blai Roca demostró que dejar su portería a cero frente a uno de los mejores ataques del continente no fue una casualidad. Se convirtió en una pesadilla. Sobre todo para Pol Manrubia, el más fresco porque no pudo enfrentarse al equipo que le tiene cedido en A Coruña. El siete acumuló ocasiones y el portero del Noia sacaba intervenciones milagrosas.

Los coruñeses movían la bola y buscaban el hueco, pero los de Sant Sadurní defendían a fondo, por las buenas y por las malas. La dureza estaba al límite del reglamento. Cada vez que algún jugador pasaba al lado de Aleix Esteller, salía despedido. Con total impunidad. Porque las faltas subían al marcador local. A los quince minutos de juego se puso ya en nueve. Juan Copa pidió tiempo muerto. Y los verdiblancos aguantaron hasta el descanso sin ninguna más, dominando en ataque, con otro par de ocasiones de Manrubia, y un Noia dejando pasar el tiempo.

Los visitantes dieron un paso adelante en la segunda parte. Buscaron la portería, presionaron más. Les cayó la directa por la décima falta liceísta. Paró Martí Serra a Martí Gabarró. Pero el Noia rondaba el gol y lo encontró en una de los pocos errores en las marcas. Adriá Ballart se quedó solo en el segundo palo e hizo el 0-1. Intentó entonces el Liceo algo que suele ser el recurso cuando no hay forma de sorprender al portero rival. Ponerle a alguien estorbando delante y tirar desde lejos. Funcionó. Dos veces seguidas. En 26 segundos Álex Rodríguez desenfundó el arma y dio la vuelta al marcador. No le duró demasiado la alegría, porque Kyllian Gil, el hijo de la leyenda Pedro Gil, aprovechó otros dos metros de más para empatar y dejar la misma sensación de faena a medias del jueves contra el Benfica. En los cuatro minutos finales, el Liceo buscó, sobre todo por medio de David Torres, un gol redentor. O la décima falta del Noia, con nueve y al borde de la directa. Pero apareció otra vez Roca. O más bien muro.

LICEO 2 - NOIA 2

Deportivo Liceo: Martí_Serra, César Carballeira, Álex Rodríguez, Pol Manrubia y David Torres —cinco inicial—. Bruno di Benedetto, Fabrizio Ciocale y Arnau Canal.

Noia Freixenet: Blai Roca, Aleix Esteller, Jordi Bargalló, Eloi Mitjans y Toni Salvadó —cinco inicial—. Kyllian Gil, Adriá Ballart y Marti Gabarró.

Goles: 0-1, m.38: Adriá Ballart. 1-1, m.41: Álex Rodríguez. 2-1, m.41: Álex Rodríguez. 2-2, m.44: Kyllian Gil.

Árbitros: Sánchez y Mier. Sin cartulinas.

Cancha: Palacio de los Deportes de Riazor.

Asistencia: 700 espectadores.