Hockey sobre patines - Liga Europea

Europa, la única asignatura pendiente

Juan Copa ganó Liga y Copa, pero se le sigue resistiendo la competición continental: “Dependemos de nosotros para estar en la final a ocho y en casa el público ayudará”

Juan Copa da indicaciones a los jugadores en un partido del Liceo. |  // VÍCTOR ECHAVE

Juan Copa da indicaciones a los jugadores en un partido del Liceo. | // VÍCTOR ECHAVE / María Varela

El Palacio de los Deportes de Riazor vivirá mañana una de sus grandes noches con el duelo entre el Liceo y el Oliveirense (21.00 horas) en el que a los verdiblancos solo les vale ganar para clasificarse para la final a ocho de la Liga Europea. Además del gran premio, colarse en el selecto grupo de dominadores en el Viejo Continente, también será un partido especial para Juan Copa. El entrenador coruñés, que cumple su sexta temporada en el banquillo liceísta, ha ganado Liga, Copa y Supercopa, pero todavía se le resiste la competición continental. Solo en su primer año (2017-18) llegó hasta cuartos de final, donde sufrió en Reus una de las derrotas que más le han marcado y de las que más ha aprendido en su carrera, cimiento de los éxitos posteriores. Después, entre pandemia y eliminaciones, nunca pudo llevar al equipo a meterse entre los grandes de Europa. Hasta ahora. Porque está a 50 minutos de conseguir quitarse esa espina. “Estamos donde queremos. Dependiendo de nosotros mismos. Y jugando en casa, que los liceístas nunca fallan y el público nos ayudará”, proclama.

El entrenador del Liceo reconoce que Europa es su asignatura pendiente. “Personalmente sí”, dice y repasa su trayectoria. “Mi primer año perdimos en cuartos contra el Reus después de ganar en la ida por 4-1. Al año siguiente ya no pasamos de la fase de grupos, con un empate de nuestros rivales en la última jornada que nos dejó fuera. Al tercero, que íbamos bien y teníamos asegurado el pase a cuartos, por la pandemia se paró. Después se hizo un formato reducido, que nos tocó contra Benfica y Barça y no pudimos pasar a la final a cuatro. Y luego tuvimos la Golden Cup, que fue espectacular pero no era oficial. En los años en los que llevo en el club hemos ganado la OK Liga, la Copa, Supercopas... pero nunca hemos estado en una final europea. Y tengo muchas ganas”.

Para el técnico verdiblanco “es un reto personal, pero también grupal”. Todo el equipo se puso como objetivo alcanzar esa final a ocho que parecía casi una quimera cuando fue el sorteo y el Liceo quedó encuadrado en el grupo de la muerte junto a los portugueses Benfica y Oliveirense y al también español Calafell. “Y después del partido de Oliveira —perdieron por 5-1—, que volvíamos en el autobús de vuelta muy jodidos, como si nos hubiesen dado una bofetada en la cara, peor se nos puso”, relata y destaca: “Teníamos dos opciones, o centrarnos en otras cosas, o creer y trabajar. Hicimos lo segundo, y muy duramente, y ahora tenemos el partido que queríamos. En Riazor, con nuestra gente y que ya sabemos lo que tenemos que hacer para clasificarnos: ganar. No hay nada más importante que depender de nosotros y jugar en casa. Esperamos que venga mucha afición, la gente de A Coruña, los liceístas, siempre están con nosotros y esperamos un gran ambiente que nos ayude a situarnos entre los ochos mejores”.

Después de ser finalista en la Copa del Rey y estar a solo un paso de atar la segunda plaza en la liga regular —lo hará si gana o empata el sábado contra el Vilafranca (Palacio de los Deportes de Riazor, 17.00 horas)—, el Liceo busca la guinda a una temporada que está superando con creces las expectativas que había en su inicio, cuando a pesar de ser el vigente campeón de la competición doméstica tuvo que reiniciar su proyecto con solo tres piezas de la plantilla que el año anterior había ganado la liga y ocho caras nuevas. “El equipo merece este premio. Hemos hecho muchos cambios. Ya sé que soy repetitivo pero es que es así y es un halago a los jugadores porque si estamos tan bien es por el trabajo que han hecho. Pensábamos que íbamos a tener un año un poco más complicado, probablemente en las apuestas estaríamos más abajo”, admite. “Pero aquí no hay ninguna poza mágica. Es trabajo y creer. Los jugadores han dado un paso al frente. Han currado todos los días con el objetivo de pelear por todo. Es lo que estamos haciendo y es lo que te pide estar en este club”, añade.

Dos ex del Liceo

Sobre el partido, cree que no se parecerá en nada al que el pasado mes de enero acabó con 5-1 en su contra. “Somos un equipo completamente diferente, muy sólido, muy solidario, trabajando todos por todos. Y vamos a intentar hacer nuestro juego de casa”, analiza. “En partidos así, hay que ganar los duelos individuales y después controlar los detalles. En la ida en cinco o seis minutos Lucas Martínez nos hizo tres goles. Y hay que tener cuidado también con la bola parada”, avisa. Porque conocen bien el peligro de Jordi Adroher, junto con Franco Platero los dos ex que volverán a A Coruña. “Son dos grandísimos jugadores. Platero se deja todo en la pista y es un jugador total. Hace muchas cosas en ataque y muchísimas en defensa. Es un ganador y tiene mucho despliegue físico. Y qué voy a decir de Adroher. Porque si como jugador es un diez, es un doce como persona”, apunta. El que ahora está en el Liceo y el año que viene lo hará en el Oliveirense es un Bruno di Benedetto del que Juan Copa está seguro que lo dará todo en la pista: “Desgraciadamente en los últimos años estamos acostumbrados a esto. Todos los que se han marchado han luchado por la camiseta hasta el último segundo. Y Bruno no será diferente. Es un profesional y no hay el menor tipo de duda ni con él ni con ninguno”.

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