“Aunque no podamos pasar, queremos ganar los dos partidos que nos quedan”

Tomás Pereira (Porto, 1999) llegó el pasado verano al Liceo procedente del Oliveirense, en el que estuvo varias temporadas a las órdenes de su padre, Paulo. Cambió las directrices paternas por las de Juan Copa en su primera experiencia fuera de Portugal. Esta semana regresa para visitar la pista del Barcelos, equipo en el que jugó una campaña, sin apenas opciones reales de pasar de grupos, pero con el objetivo de confirmar las sensaciones positivas que ha trasmitido el Liceo en las últimas semanas.

El equipo muestra una línea ascendente en las últimas semanas. ¿Cómo lo vive el vestuario?

Volvimos a ganar dos partidos seguidos, además con actuaciones muy buenas. Queremos seguir así y que llegue cuanto antes el jueves para volver a salir a la pista. Sabemos que en Champions ya no tenemos posibilidades de pasar, pero aun así queremos conseguir una victoria para mantenernos en esta racha positiva.

¿Cómo se motiva el equipo para un duelo en el que las opciones de clasificarse son mínimas?

Mas que nada, queremos seguir con las buenas sensaciones. Hacer un buen partido para, luego, afrontar otro partido importante en liga, el domingo en Riazor. Aunque ya no podamos pasar, queremos ganar los dos partidos que nos quedan y marcharnos con orgullo de un grupo muy difícil. Aun no pudimos hacerlo hasta ahora.

Para usted, además, significa el regreso a Portugal.

Va a ser un partido de los que gusta jugar. Nos vamos a encontrar un ambientazo. Los partidos de Champions son noches especiales, a todo el mundo le gusta jugarlos.

Usted pasó una temporada en las filas del Barcelos. ¿Qué le espera al Liceo?

Sin duda, es un pabellón que tiene un ambiente muy bonito, con mucho ruido. A cualquier jugador le gusta competir en él.

¿Cómo lleva su adaptación al equipo?

Me siento mucho mejor ahora. Sin duda, la adaptación es difícil, es todo muy distinto. Las pistas son muy distintas. En Cataluña, sobre todo, hay mucho terrazo. En Portugal se juega sobre parqué. En el Liceo tenemos la particularidad de hacer muchos viajes, algo a lo que en Portugal tampoco estaba acostumbrado. Con el paso del tiempo, ahora me siento mucho más adaptado al Liceo.

¿Nota la proximidad cultural con Portugal?

Sí, yo soy del norte de Portugal y, aquí, veo muchas cosas parecidas. La gente es tan simpática como en mi pueblo. Por eso creo que estoy en el mejor lugar para no echar de menos mi casa.

¿Qué le llevó a salir del Oliveirense y recalar en el Liceo?

El Liceo es un sueño de niño. Hubo muchos cambios en el Oliveirense y mi camino pasó por poder venir aquí.

En el Oliveirense estaba a las órdenes de su padre, Paulo, y ahora, le entrena Juan Copa. ¿En qué ha cambiado la dinámica?

Son dos entrenadores muy buenos, pero cada uno con sus propios métodos. La liga tampoco es la misma y se juega un poco distinto. No es que una sea mejor que la otra, sino que existen esas pequeñas diferencias. Al final, hay que acostumbrarse y que cada entrenador imponga su idea de juego para que se note sobre la pista.

¿Cómo lleva el trabajo con Juan?

El míster intenta sacar lo mejor de cada uno. Me gusta mucho trabajar con todos, con él también, saca o mejor de cada jugador. Poco a poco estamos mejorando y llegando a dónde queremos estar

Este año son dos lusos en el vestuario, Tiago Rodrigues y usted. ¿Cómo llevan el ambiente en la plantilla?

Tenemos un ambiente inmejorable en el vestuario. Tiago y yo somos los únicos portugueses, pero no me siento mejor hablando con el que hablando con cualquier otro compañero. Aunque seamos de países distintos, estamos todos muy adaptados a los demás.

¿Se marca algún objetivo personal hasta el final de la temporada?

Yo solo quiero ayudar al equipo trabajando en cada entrenamiento y en cada partido. Anotar goles está muy bien, pero es algo que tiene que llegar de forma natural, así que mi intención es aportar al equipo.