Entrevista | Jugador del Leyma Coruña

Sean McDonnell: “El Leyma está en la situación perfecta para querer venir aquí a jugar”

“Tenemos claro que es mejor ganar metiendo cinco puntos, que perder con 25”

Sean McDonnell, ayer, en el Palacio de Riazor.

Sean McDonnell, ayer, en el Palacio de Riazor. / Carlos Pardellas

Daniel Abelenda Lado

Daniel Abelenda Lado

Sean McDonnell (Encinitas, California, Estados Unidos, 1995) llegó este verano al Leyma tras seis años adaptado al baloncesto europeo en varios equipos de España. El norteamericano, que ha arrancado la temporada con buenos números y dos MVP, recuerda con cariño sus años en el baloncesto universitario, en los que aprendió a trabajar para cumplir su sueño de ser profesional. Con su 24 a la espalda quiere rendirle homenaje a su ídolo, Kobe Bryant.

¿Cómo se ha adaptado a la ciudad en estos meses?

Estoy muy a gusto. Me gusta muchísimo el norte de España. Ya pasé dos años en Ponferrada y otro en Oviedo. Tenía ganas de volver al norte. Siempre que estuve aquí me ha gustado mucho la ciudad, me parece preciosa. En el último mes o tres semanas hemos tenido mucha lluvia, un poco peor de lo normal, pero estoy muy a gusto aquí, con el club y con la ciudad, que es fenomenal.

En San Diego, cerca de su ciudad natal, llueve menos.

Ahí casi nunca llueve. Aquí me he mojado mucho más en las últimas semanas (se ríe).

Quizá se parece más al clima que vivió su etapa universitaria en Washington.

Sí, estuve en Washington un año. Había lluvia y también nieve. Fue mi primera experiencia con un invierno de verdad.

¿Cómo recuerda esa época?

Muy bien. Estuve un año en Washington, en un junior college. Después fui a la universidad cuatro años, el Westmont College, un sitio muy bonito en Santa Barbara, al lado del mar. Tengo muy buenos recuerdos, tanto dentro como fuera de pista. Teníamos un gran equipo, guardo muchos amigos. Me preparó muy bien para el salto a profesional.

¿En algún momento se planteó acudir al draft de la NBA?

Yo no. Mi primera experiencia profesional fue en un campus llamado Europe Basket, en el que tú pagas para jugar frente a entrenadores y gerentes y ver si te fichan. Fue en Girona, aunque ahora se hace en Valencia. Fueron diez días de jugar partidos y entrenar. Tenía dos ofertas, de Tortosa, que fue mi primer año, y otro equipo en EBA. No sabía cómo iba a ser el salto a profesional, pero esa fue la línea que seguí.

¿Entró en Westmont pensando ya ir a Europa o todavía guardaba el sueño de la NBA?

Tenía claro que no iba a tener la oportunidad de ir a la NBA después de Westmont. Tenía que buscar otras opciones. Por eso fui a ese campus, para probar si podía tener un contrato. Yo llevo toda mi vida con el sueño de ser profesional. Cuando estuve en Westmont tuve claro que no podía entrar en la NBA directamente, así había que buscar opciones en cualquier sitio: Europa, Sudamérica o dónde fuese. Siempre dije que solo quería poner mi pie en la puerta, entrar y ver qué pasaba.

¿Le costó mucho adaptarse al baloncesto europeo?

Es muy diferente, y todavía más con respecto a la NBA porque juegan con normas distintas. En la universidad, las reglas son un poco parecidas a Europa. Mi entrenador en Westmont quería jugar un estilo europeo, así que eso me ayudó mucho a mi adaptación. Quería que compartiésemos el balón y que cada jugador hiciese de todo.

Después de varias temporadas en España, llegó este verano al Leyma. ¿Cómo surgió la oportunidad de venir aquí?

Llevo ya varios años en LEB, sumando un poco cada temporada en equipos con menos presupuesto como el Palma y Oviedo en esos años. El año pasado fue un salto en salario y ambición en Alicante. El Leyma es el culmen de mis años en España. Es un equipo que quiere ganar, muy profesional y top de la liga. Mi agente y yo hablamos el verano pasado con Leyma, pero fiché muy pronto en Alicante. Ellos tenían muy claro que querían fichar muy pronto a los jugadores y me gustaban el contrato y sus condiciones. Este año esperé un poco más para ver qué pasaba, aquí o en el extranjero. Tenía claro que si me quedaba en España era para ir a un equipo top que quiere ganar. El Leyma estaba en la situación perfecta para querer venir aquí a jugar. Es una ciudad que me gusta mucho, con un entrenador y una plantilla para ganar. Además, tenía amigos que ya estaban aquí.

Cinco victorias y dos MVP para comenzar la temporada.

Estamos trabajando bien cada día y mejoramos mucho desde la pretemporada. En cada partido encontramos soluciones. En Menorca nos pusieron un plan de partido diferente, pero tenemos que ser capaces de adaptar el juego. Estamos aprendiendo día a día. Cada uno sabe su rol y ayuda como puede para ganar. Todos en el vestuario y en la directiva sumamos. Todos tenemos claro que es mejor ganar metiendo cinco puntos, que perder con 25.

En las gradas del Palacio se sientan muchos aficionados jóvenes que juegan en la cantera del club. ¿Le recuerda a lo que se vive en Estados Unidos con los equipos de instituto?

Es muy importante a nivel de cantera y de club que crezcan con esto desde pequeños. En Estados Unidos, la gente se siente orgullosa del equipo de su ciudad, o de su escuela, porque allí lo unimos todo. Aquí es diferente porque cada ciudad tiene varios clubes. Pero es cierto que el Basquet Coruña está sumando y creciendo cada año. Yo noto que, hace dos o tres años, cuando vine como visitante, había menos gente que ahora. El club quiere sumar y crecer en cada partido para que venga aún más gente.

Lleva el número 24. ¿Es por Kobe Bryant?

Sí, es por Kobe. La respuesta corta es que lo llevo por él.

¿Y la larga?

En mi instituto, en high school, yo era el más joven. Los mayores elegían sus números antes, pero me siempre me dejaban el 24 porque sabían que yo era muy fan de Kobe. Antes usaba el 13, que es el día de mi cumpleaños y mi número de la suerte. Después de eso y de la muerte de Kobe, siempre llevo el 24 con mucho orgullo. Además, siendo de San Diego, muchos son de los Lakers. Mi padre era un friki de los Lakers. Soy muy fan de Kobe, de cómo era, de cómo jugaba y de su mentalidad.

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